Agricultura y los consejos reguladores aumentarán el control en la elaboración de vino

El Ministerio de Agricultura, a través del Servicio contra Fraudes, así como los propios Consejos Reguladores de Denominación de Origen, intensificarán este año sus inspecciones en los procesos de elaboración de vino ante las malas condiciones que tiene en algunas zonas la materia prima. El objetivo de la Administración, según fuentes de la Dirección General de Política Alimentaria, es preservar la calidad y el prestigio de los vinos con denominación de origen.

La pasada campaña, con una producción de vino de unos 39 millones de hectolitros, la producción obtenida en las zonas con denom...

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El Ministerio de Agricultura, a través del Servicio contra Fraudes, así como los propios Consejos Reguladores de Denominación de Origen, intensificarán este año sus inspecciones en los procesos de elaboración de vino ante las malas condiciones que tiene en algunas zonas la materia prima. El objetivo de la Administración, según fuentes de la Dirección General de Política Alimentaria, es preservar la calidad y el prestigio de los vinos con denominación de origen.

La pasada campaña, con una producción de vino de unos 39 millones de hectolitros, la producción obtenida en las zonas con denominación de origen ascendía a unos 16 millones de hectolitros, aunque el volumen comercializado realmente con esa calificación sería de unos siete millones de hectolitros. Este año, a consecuencia del mildiu, la calidad de las uvas en muchas de estas zonas no es la idónea. Por ello se ha hecho una serie de recomendaciones desde el Instituto Nacional de Denominación de Origen (INDO) a los propios consejos reguladores para cuidar al máximo la calidad de los caldos. En medios de la Administración se entiende que, pese a ser una cosecha corta, hay vino de calidad suficiente en esas zonas para poder salir al mercado con una producción similar a la de una campaña normal.Las investigaciones y los mayores controles afectarán no solamente a la uva, sino también el proceso de elaboración del vino, para que se ajuste a la normas comunitarias. Los consejos reguladores mantienen ya una postura exigente para cuidar la calidad del vino. Este año han recibido recomendaciones para que sean aún más duros con el fin de lograr que el vino tenga una imagen de calidad que la Administración estima ya se ha logrado para otros productos. Por otra parte, según informa nuestro corresponsal en Zamora, José Lera, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Toro ha decidido esperar al resultado de la vendimia antes de adoptar la decisión de no embotellar bajo la denominación de origen vino de la cosecha de 1988. Esta propuesta fue llevada a la última reunión del consejo ante los daños causados por el mildiu y la posible mala calidad del resto de la uva.

Según la evaluación de los daños efectuada en esa misma reunión, la superficie de viñedo afectado por el mildiu se estima en un 70%, con la pérdida total de la uva en algunas explotaciones. De acuerdo con los precios de la uva en la pasada campaña, el coste económico de la plaga del viñedo en Toro supone más de 267 millones de pesetas. Algunos sectores de los viticultores solicitan la declaración de zona catastrófica para el viñedo toresano.

De momento, y tras una reunión mantenida ayer con la Administración en Valladolid, se han establecido algunas ayudas para los afectados.

La propuesta de no embotellar vino de 1988 bajo la denominación de origen fue hecha pública por el presidente del consejo Regulador, Ángel Carbajosa, partidario de esta medida. Sin embargo, bodegas y cooperativas mantienen intereses contrapuestos que han retrasado la posible puesta en marcha efectiva de la medida hasta que la vendimia determine qué porcentaje de uva puede ser convertida en vino de calidad.

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