El fiscal pide 15 años de prisión para un ex administrador del hospital Clínico de Barcelona
El fiscal solicitó ayer, por un delito de malversación de caudales públicos, 15 años de prisión para José Salvador Torres, administrador del hospital Clínico de Barcelona de 1966 a 1983; su esposa, Magdalena Robert, y Enrique Giménez Jorge, ex interventor del hospital. El fiscal sostiene que entre los tres procesados se apropiaron en esos años de 147.614.565 pesetas. En junio de 1966, Salvador abrió una cuenta corriente en el Banco Riba y García, después denominado Banco Comercial de Cataluña. La cuenta fue abierta a nombre del hospital Clínico con un interés del 1 %. Movía grandes sumas de di...
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El fiscal solicitó ayer, por un delito de malversación de caudales públicos, 15 años de prisión para José Salvador Torres, administrador del hospital Clínico de Barcelona de 1966 a 1983; su esposa, Magdalena Robert, y Enrique Giménez Jorge, ex interventor del hospital. El fiscal sostiene que entre los tres procesados se apropiaron en esos años de 147.614.565 pesetas. En junio de 1966, Salvador abrió una cuenta corriente en el Banco Riba y García, después denominado Banco Comercial de Cataluña. La cuenta fue abierta a nombre del hospital Clínico con un interés del 1 %. Movía grandes sumas de dinero ya que por ella se hacían los pagos a acreedores y las nóminas del personal. Al margen del tipo establecido, responsables del banco abonaron un interés complementario que osciló entre el 5%, el 7,6% y el 10% de los saldos medios.De acuerdo con la versión del fiscal y de la acusación particular, ejercida por el hospital Clínico, los procesados cobraron directamente los extratipos, que sumaron cerca de 150 millones de pesetas.
La acusación mantiene que entre 1978 y 1982, Salvador cobró 54.995.689 pesetas en metálico y otras 30.957.400 en su cuenta corriente. A su esposa el banco le abonó 51.661.476 pesetas y 10 millones al ex interventor del hospital, siempre de acuerdo con la versión del fiscal. El ex administrador, que se marchó a Ecuador al descubrirse el presunto delito, admitió haber recibido dinero, pero lo definió como "regalos".