La mejor propuesta

De todas las propuestas que recibió para realizar el Anillo, Kupfer está convencido de que la de Bayreuth era la mejor, "no sólo por la trascendencia del lugar y las excelentes condiciones de trabajo, sino por el hecho de poder realizar el ciclo entero de forma concentrada, y no de año en año".Sobre dichas condiciones se muestra absolutamente entusiasmado. "Aquí se puede trabajar de la mañana a la noche", dice, "sin otra preocupación que la propia obra. El hecho de que el teatro esté cerrado durante 11 meses al año ofrece unas posibilidades que no se dan en ningún otro lugar. Yo estuve ...

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De todas las propuestas que recibió para realizar el Anillo, Kupfer está convencido de que la de Bayreuth era la mejor, "no sólo por la trascendencia del lugar y las excelentes condiciones de trabajo, sino por el hecho de poder realizar el ciclo entero de forma concentrada, y no de año en año".Sobre dichas condiciones se muestra absolutamente entusiasmado. "Aquí se puede trabajar de la mañana a la noche", dice, "sin otra preocupación que la propia obra. El hecho de que el teatro esté cerrado durante 11 meses al año ofrece unas posibilidades que no se dan en ningún otro lugar. Yo estuve aquí en el invierno de hace dos años, haciendo experimentos con las luces y con los mecanismos para desplazar los decorados".

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La tradición es otra de las notables ventajas que Kupfer descubre en Bayreuth. "En Wahnfried, la casa-museo de Wagner, existe una documentación de primera mano preciosa a la hora de resolver dudas Además", prosigue, "contar con la colaboración de Wolfgang Wagner y de todo su equipo es una suerte, pues conocen al detalle todos los problemas relativos a las puestas en esce na wagnerianas".

Pierre Boulez no guarda la misma opinión sobre este punto. Para él, la tradición de Bayreuth puede llegar a ser un obstáculo para la libre realización de las ideas. "No soy de ese parecer", dice Kupfer. "La tradición aquí está tan asumida, resulta tan normal, que de ella únicamente he sacado buenos consejos. Wolfgang Wagner sostiene que Bayreuth debe sentirse como un taller, un banco de pruebas en el que realizar todo tipo de experimentos, naturalmente con el pacto de que tales experimentos se hagan a partir de una meticulosa preparación de las obras".

Con Daniel Baremboim, Kupfer asegura haber tenido una excelente relación. "Ha estado aquí desde mediados de abril prácticamente todos los días y para ello tuvo que cancelar todos sus compromisos anteriores. No ha habido un solo ensayo fuera de la escena", asegura Kupfer. "Puedo decir que hemos conseguido trabajar como dos productores, y no como un director musical y un director escénico por separado".

En cuanto a la positiva reacción del público, manifiesta: "Aún no puedo creérmelo. Se ha seguido mi trabajo con respeto e interés, creo que he tenido una audiencia excelente".

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