Una temporada devaluada

La Comunidad de Madrid, propietaria y cogestionaria de la plaza de Las Ventas, adjudicó a Toros Madrid, SA, mediante concurso, la otra parte de la cogestión del coso, en base a un pliego de condiciones regresivo, por el que devaluaba la temporada madrileña. Entre otras cláusulas regresivas, liberaba al empresario de la obligación de dar corridas de toros o novilladas picadas en días festivos, aunque fueran de gran tradición taurina.El argumento justificativo era que en esas corridas se podía perder dinero y no convenía forzar excesivamente al empresarlo. Estas manifestaciones fueron hechas, pr...

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La Comunidad de Madrid, propietaria y cogestionaria de la plaza de Las Ventas, adjudicó a Toros Madrid, SA, mediante concurso, la otra parte de la cogestión del coso, en base a un pliego de condiciones regresivo, por el que devaluaba la temporada madrileña. Entre otras cláusulas regresivas, liberaba al empresario de la obligación de dar corridas de toros o novilladas picadas en días festivos, aunque fueran de gran tradición taurina.El argumento justificativo era que en esas corridas se podía perder dinero y no convenía forzar excesivamente al empresarlo. Estas manifestaciones fueron hechas, prácticamente en su estricta literalidad, por el anterior consejero de Cultura de la Comunidad, responsable del mencionado pliego.

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La plaza de Madrid ha sido siempre plaza de temporada, para la que cuenta con una afición numerosa y fiel, y añade la importante oferta de la feria de San Isidro, que incrementa los espectáculos y las posibilidades de enriquecimiento del empresario. Cualquier empresa seria, bien organizada, además de las utilidades millonarias de la feria, estaría en disposición de sacar importante rentabilidad el resto de la temporada, para la que tiene muchos recursos. Así lo hizo la empresa Jardón-Escanciano durante décadas.

La empresa que regenta Chopera ha obtenido, durante los años en que ha gestionado el coso, unos beneficios estimados en 1.000 millones de pesetas, al margen de otras rentabilidades, entre las que se encuentra la primacía que alcanza en el concierto taurino por el simple hecho de regir Las Ventas, y la fuerte capacidad negociadora que obtiene en todos los órdenes. Esos beneficios -por otra parte, legítimamente conseguidos-, son lo suficientemente cuantiosos como para que pueda detraer de ellos las supuestas pérdidas que ocasione la celebración de algunos festejos de temporada, sin que por ello deje de ser sustancioso su negocio.

Por eso no se explicó en su día qué sentido tenía liberarle del compromiso de dar corridas todos los días festivos, ni se entiende cómo la Comunidad no ha determinado aún liquidar aquel pliego de condiciones regresivo, sustituirlo por otro progresivo, acorde con la importancia que tiene la fiesta de toros en Madrid, y sacar a. concurso la plaza, para adjudicarla al empresario emprendedor, imaginativo y solvente que haga la mejor oferta. Ese empresario podría ser el propio Chopera, por supuesto, pero no por el dedo sino después de demostrar en justa competencia con los restantes empresarios, que es más emprendedor, más imaginativo, más solvente y hace la mejor oferta.

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