'La unanimidad cordial sería una sorpresa", asegura el ministro de Cultura de la URSS

El ministro de Cultura de la Unión Soviética, Vasili Zajarov, que visita España con motivo de los Días de Cultura Soviética en Madrid, asegura que en el campo de la cultura las uniones de profesionales han desplazado a quienes se oponían a la perestroika, lo que no impide que haya oposición. "La unanimidad cordial sería una sorpresa", apostilla.

Zajarov es un hombre corpulento cuya conversación le descubre como un intelectual de sólida formación. Sobre la oposición en el campo de la cultura a las reformas emprendidas por Mijaíl Gorbachov piensa que "cada avance está ligado con contradic...

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El ministro de Cultura de la Unión Soviética, Vasili Zajarov, que visita España con motivo de los Días de Cultura Soviética en Madrid, asegura que en el campo de la cultura las uniones de profesionales han desplazado a quienes se oponían a la perestroika, lo que no impide que haya oposición. "La unanimidad cordial sería una sorpresa", apostilla.

Zajarov es un hombre corpulento cuya conversación le descubre como un intelectual de sólida formación. Sobre la oposición en el campo de la cultura a las reformas emprendidas por Mijaíl Gorbachov piensa que "cada avance está ligado con contradicciones; más aún un fenómeno tan poderoso como la perestroika, que debe tener sus partidarios y sus opositores. Estos grupos existen tanto en la cultura como en otros campos. Las uniones de artistas, escritores, pintores, compositores, etcétera, en sus congresos nacionales han determinado su posición respecto a la perestroika, y muchas personalidades de las que se consideró que obstaculizaban el proceso de la perestroika fueron retirados por las propias uniones de sus puestos dirigentes".El ministro soviético considera normal que haya diferentes opiniones acerca de la perestroika: "La unanimidad cordial sería una sorpresa y no correspondería a la realidad, pero en estos momentos la actividad artística la encabezan personas con un espíritu creador con respecto a los procesos que ahora tienen lugar en mi país".

Como muestra de lo hecho, Zajarov se refiere a la publicación "de una buena parte del patrimonio literario nacional que antes no había visto la luz", pero admite que esto no es suficiente. "A menudo", explica, "los primeros sorprendidos son los auténticos partidarios de la perestroika, que nos preguntan si no estamos concediendo demasiada atención en la representación de obras de Bulgakov o de Platonov, y nos preguntan dónde están los jóvenes, los nombres nuevos. Porque Bulgakov y Platonov, por ejemplo, son gente de la década de los treinta. Y por supuesto que tienen razón".

El alma del autor

Esta ausencia de una joven generación la explica el ministro por la falta de perspectiva sobre el proceso que tiene lugar actualmente en la URSS. "Para reflejar la actualidad, los problemas agudos de las luchas de hoy día", dice, "uno debe asumir el material y la experiencia, debe sobrevivir el proceso que está ahora en curso. Los propios escritores me han explicado que publicar artículos de valor inmediato, es decir, obras periodísticas, sí que se puede hacer; por eso el periodismo se ha desarrollado enormemente. Pero para meditar, para sobrevivir incluso mentalmente, para que la información atraviese el corazón y el alma del autor debe pasar posiblemente un de terminado tiempo, que a veces nos falta. Otras veces quizá nos falte la maestría". Zajarov niega que se vaya a actuar contra las llamadas organizaciones informales. "No se puede hablar de organizaciones informales no reconocidas, dado que existen y son reconocidas por el mismo hecho de su existencia. Estamos dispuestos a ayudarles incluso en el aspecto material, lo que les hace mucha falta. Pero muy frecuentemente tienen metas, o demasiado amplias, o demasiado estrechas. Si hablamos de que se han producido profundos cambios en- el campo de la música, la literatura, etcétera, creo que se debe tener en cuenta que una sola organización juvenil no puede obtener el monopolio, ya sea en el rock o en el heavy metal, en el que hay partidarios muy activos que piensan que hay que borrar por completo la música clásica. En el trabajo artístico debe estar presente la competencia de diferentes formas, géneros y tendencias. La uniformidad es estancamiento, mientras que la multiformidad en el arte significa marchar hacia adelante. Ahora se habla mucho de la poderosa vanguardia rusa de principios de siglo, que en aquel momento aplastó todo, incluso el realismo. Pasaron los tiempos y el realismo aplastó a las tendencias de vanguardia".

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