Ronconi abre el Festival de Teatro de Madrid
Grandes nombres, prestigiosos desconocidos y aventuras españolas
El montaje del director teatral Luca Ronconi La serva amorosa abre hoy el VIII Festival de Teatro de Madrid, al que acuden 14 espectáculos de ocho países. La especial presencia de montajes italianos; los nombres del italiano Ronconi, el suho Benno Besson, el argentino Eduardo Pavlovsky y el soviético Yuri Ljubimov, cuatro grandes del teatro mundial; los desconocidos pero prestigiosos montajes del Thêatre du Radeau y Jim van der Woude, y las aventuras escénicas de la presencia española con Industrias Nictálopes, Eñe Teatro, Jordi Bertrán, Compañía Shakespeare y Ramón Farrán, son los aspectos qu...
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El montaje del director teatral Luca Ronconi La serva amorosa abre hoy el VIII Festival de Teatro de Madrid, al que acuden 14 espectáculos de ocho países. La especial presencia de montajes italianos; los nombres del italiano Ronconi, el suho Benno Besson, el argentino Eduardo Pavlovsky y el soviético Yuri Ljubimov, cuatro grandes del teatro mundial; los desconocidos pero prestigiosos montajes del Thêatre du Radeau y Jim van der Woude, y las aventuras escénicas de la presencia española con Industrias Nictálopes, Eñe Teatro, Jordi Bertrán, Compañía Shakespeare y Ramón Farrán, son los aspectos que conforman la presente edición del festival.
Luca Ronconi, recordado especialmente en España por Orlando furioso, montaje con el que acudió hace casi 20 años al Palacio de los Deportes de Madrid, está creando las máximas expectativas de la edición del presente año del festival.A ello quizá también contribuya el hecho de que los otros dos grandes directores de escena europeos que acuden, Benno Besson, con el Teatro de verdor, de Elie Bourquin, y Yuri Ljubimov, al frente del Teatro Taganka, de Moscú, con La madre, de Gorki, son totalmente desconocidos en España, y tan sólo los profesionales o los muy aficionados son conocedores de la prestigiada trayectoria profesional de estos hombres, que, junto con el propio Ronconi, Giorgio Strehler, Tadeusz Kantor, Peter Brook y Peter Stein, conforman el universo teatral europeo de los elegidos por los dioses.
Ademas de ellos, el festival apuesta por montajes de muy diferentes tendencias y estilos. De verdadera joya de la escena se pueden calificar las marionetas italianas decimonónicas de Carlo Colla e Figli, toda una auténtica pieza de museo en la que intervienen 500 títeres.
La presencia italiana se ve incrementada con el espectáculo napolitano de Peppe y Concetta Barra Divertimento musical en dos tiempos, que ellos definen como una especie de ópera bufa construida para un solo que se convierte en dúo.
También dentro de los grandes del festival cabría encuadrar al argentino Eduardo Pavlovsky, que acude interpretando un texto suyo, Potestad, que le ha dirigido el también actor Norman Brisky, que durante varios años trabajó en España.
La presencia española en el festival ha sido ampliada considerablemente este año. La aventura de Industrias Nictálopes con la adaptación teatral del libro de Raymond Queneau Ejercicios de estilo: las marionetas de Jordi Bertrán; el concierto de Ramón Ferrán y Camera; un Calderón, La devoción de la Cruz, de la Compañía Shakespeare, y el montaje de Rinoceronte, de lonesco, por Eñe Teatro, son las aportaciones españolas al festival.
Luca Ronconi acude con un texto de Goldoni, autor al que no ponía en escena desde 1963, del que ha respetado fundamentalmente el lenguaje -un venecia no antiguo parecido a nuestro actual castellano más que al propio italiano-.