Tribuna:

La Ponte

El artículo la precediendo a un apellido no tiene, para las damas del teatro, el tono despectivo que en otros ambientes; es más bien una forma de individualizar y de destacar, un cierto título de grandeza. Esta vieja profesión ha sido perseguida y difamada; ha conseguido asimilar a honor las malas palabras. Cómico es, dentro, otra palabra honrosa. Los cómicos han conseguido mantener sus formas de vivir y su libertad: al final, la sociedad ha cambiado hacia ellos. La Ponte es una gran cómica; la Ponte nació en gira frente a un teatro, hija y nieta de cómicos; en esas grandes dinastías se...

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El artículo la precediendo a un apellido no tiene, para las damas del teatro, el tono despectivo que en otros ambientes; es más bien una forma de individualizar y de destacar, un cierto título de grandeza. Esta vieja profesión ha sido perseguida y difamada; ha conseguido asimilar a honor las malas palabras. Cómico es, dentro, otra palabra honrosa. Los cómicos han conseguido mantener sus formas de vivir y su libertad: al final, la sociedad ha cambiado hacia ellos. La Ponte es una gran cómica; la Ponte nació en gira frente a un teatro, hija y nieta de cómicos; en esas grandes dinastías se aprende así lo que de otra forma no se puede aprender nunca. Y ella lo aprendió todo.El homenaje del lunes (La noche de María Luisa Ponte) se lo dedicó el cine; no se pudo dejar de hablar todo el tiempo de teatro. Días antes, María Luisa Ponte decía que ella nunca trabajaba para el cine, sino que lo que hacía ante las cámaras era teatro; la misma forma de hablar, la misma forma de actuar. Algunos no han conseguido llegar a este importante descubrimiento de que el cine es ura prolongación del teatro por otros medios, y el público esel mismo y percibe al actor de la misma manera.

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Viendo las escenas de películas seleccionadas para este homeniaje se seguía sintiendo la emoción dramática de la frase bien colocada, en su punto y con su tono; de los tránsitos de una ernoción a otra contradictoria con un solo gesto; de la comicidad afinada en su tono exacto o de la tragedia que conmueve.

La escena de Viaje a ninguna parte -la cómica caminando por el campo mojado, la sombra de la muerte, la caída de unas esperanzas- tenía al mismo tiempo, siendo cine, la calidad de teatro de Madre Coraje y la elegía a la grandeza y servidumbre de esa profesión ambulante: la Ponte lo transmite con todas sus cargas que aprietan la garganta.

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