El bajista Jaco Pastorius murió a causa de una paliza

Francis Jaco Pastorius, el músico de jazz que revolucionó la técnica instrumental del bajo eléctrico durante la década de los setenta, falleció durante la noche del pasado lunes, a los 35 años de edad, a consecuencia de una paliza propinada por el empleado de un club nocturno de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos), cuya puerta intentaba derribar el músico tras serle negada la entrada.

Jaco Pastorius inició su carrera musical en pequeños locales de Florida, y su innovador estilo como bajista eléctrico, instrumento que utilizaba sin trastes, pronto le granjeó la ad...

Francis Jaco Pastorius, el músico de jazz que revolucionó la técnica instrumental del bajo eléctrico durante la década de los setenta, falleció durante la noche del pasado lunes, a los 35 años de edad, a consecuencia de una paliza propinada por el empleado de un club nocturno de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos), cuya puerta intentaba derribar el músico tras serle negada la entrada.

Jaco Pastorius inició su carrera musical en pequeños locales de Florida, y su innovador estilo como bajista eléctrico, instrumento que utilizaba sin trastes, pronto le granjeó la admiración mundial. Su sonido pastoso y arrastrado fue uno de los más imitados, y por su anárquica presencia en los escenarios, sin ceñirse a cánones convencionales, se le comparó a Jimmi Hendrix. Durante los mejores momentos creativos de su vida militó en las filas del jazz-rock corno integrante del grupo Weather Report, colaborando también con músicos de la talla de Joni Michell, Herbie Hancock y Blood, Sweet and Tears. Su inconfundible personalidad elevó el bajo eléctrico a las cotas más altas de expresividad, y contribuyó decisivamente a que su instrumento fuese considerado como solista dentro de un grupo, escapando de la simple labor de apoyo rítmico.

Incapaz de superar su adicción al alcohol y las drogas e inmerso en un proceso de autodestrucción que le causaba graves problemas para afrontar con garantías sus conciertos y potenciaba su tendencia maniaco-depresiva, protagonizaba últimamente violentas escenas en las calles de Fort Lauderdale, hasta que la noche del pasado 12 de septiembre la última pelea de su vida le sumió en un estado de coma profundo que no pudo superar, falleciendo nueve días después.