El lugar de la música contemporánea

Los cinco últimos días han convertido al teatro Alte de Francfort en un centro de actualidad musical. El miércoles y jueves pasados se interpretó la ópera Prometeo, del compositor italiano, Luigi Nono, que reunió en la sala a lo más posmoderno de la ciudad. Algunos compositores asistentes, pese a considerar excesiva la duración del espectáculo -dos horas y media-, calificaron de "admirable" el trabajo de Nono, por su original experimentación con las voces, los instrumentos y la acústica.

La música contemporánea siguió el viernes por la tarde. Como aperitivo de la gira de vera...

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Los cinco últimos días han convertido al teatro Alte de Francfort en un centro de actualidad musical. El miércoles y jueves pasados se interpretó la ópera Prometeo, del compositor italiano, Luigi Nono, que reunió en la sala a lo más posmoderno de la ciudad. Algunos compositores asistentes, pese a considerar excesiva la duración del espectáculo -dos horas y media-, calificaron de "admirable" el trabajo de Nono, por su original experimentación con las voces, los instrumentos y la acústica.

La música contemporánea siguió el viernes por la tarde. Como aperitivo de la gira de verano, diversos instrumentistas de la Joven Orquesta de la Comunidad Europea participaron en un happening en el que fueron tocadas ocho obras de siete jóvenes compositores de seis países europeos, cuatro de ellas compuestas especialmente para el concierto.

La sala Mozart del teatro, en el que se celebró, tuvo un público de unas 100 personas, que en la segunda parte se redujeron casi a la mitad. El español Jacobo Durán-Loriga, de 29 años, estrenó Petit Ensemble Jaune, obra para 11 cuerdas, tres percusionistas y un arpa solista que, a juzgar por los aplausos, fue de las mejor recibidas.

Incomunicación

Para este compositor, el hecho de que exista tal incomunicación entre la música contemporánea y el público obedece a que "éste, por una parte, ha perdido el hilo histórico, y por otra, no puede valorar la música porque no es un producto que se valore económicamente. Otras artes menos de vanguardia, como la pintura, se han aceptado por ese valor, impuesto por un mercado que en la música no existe". La salida para un compositor, oficio del que Durán-Loriga opina que es muy diricil vivir, "es hacer su propia obra, sin plantearse lo que va a pensar la gente o si va a ser comprensible o no".

Según datos de la organización, para la temporada actual de la ECYO fueron seleccionados 40 músicos británicos, 38 alemanes occidentales, 18 italianos, 13 holandeses, 12 franceses, ocho belgas, tres luxemburgueses, tres irlandeses, dos portugueses, cinco españoles, siete daneses y cuatro griegos.

La gira incluye cuatro conciertos en Francfort, dirigidos por James Judd, Mathias Romert y VIadimir Ashkenazy, uno en Múnich (RFA), Amsterdam (Holanda) y Lucerna (Suiza), dirigidos por Ashkenazy, y otro en Bolzano (Italia), dirigido por Judd.

Los tres españoles que realizan la gira con la ECYO son el catalán Marius Díaz Lleal, violonchelista de 23 años; el madrileño Roberto Enrique Mendoza, violinista de 23, y el tinerfeño Fernando Fragoso, violinista de 22 años.

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