El desconcierto europeo

Los representantes de los países comunitarios se hallan "desconcertados y en cierto modo desconectados" ante el problema que supone adoptar en bloque auténticas medidas de control de la enfermedad irreversible. La necesidad de atajar de la manera más severa y dura el problema del contagio choca frontalmente con los derechos humanos que deben defender.Las distintas posturas, en algunas casos encontradas de los países miembros, han derivado en la decisión por la cual cada país establecerá sus propias pautas de acción contra el SIDA. Así, el control fronterizo para aquellos ciudadanos que proveng...

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Los representantes de los países comunitarios se hallan "desconcertados y en cierto modo desconectados" ante el problema que supone adoptar en bloque auténticas medidas de control de la enfermedad irreversible. La necesidad de atajar de la manera más severa y dura el problema del contagio choca frontalmente con los derechos humanos que deben defender.Las distintas posturas, en algunas casos encontradas de los países miembros, han derivado en la decisión por la cual cada país establecerá sus propias pautas de acción contra el SIDA. Así, el control fronterizo para aquellos ciudadanos que provengan de zonas de alto riesgo (todas ellas especificadas en numerosos estudios) debe tomarse, a juicio de los comunitarios, "sin especificar los países". De esta manera se evitarían las acusaciones de xenofobia y racismo que podrían partir de diversos sectores de la opinión pública.

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A este problema debe añadirse la dificultad práctica de realizar los controles en la misma frontera, sobre todo, en épocas veraniegas con una gran afluencia de turistas.

La información ciudadana y el intercambio de datos entre los países de la CE es hasta el momento la ñunica iniciativa aprobada y en marcha contra el síndrome mortal considerado por los doce como "causa prioritaria de la sanidad pública".

No europeos

Según fuentes comunitarias, debe establecerse una diferencia entre extranjeros turistas y residentes. Por otra parte, a pesar de que todos los comunicados de las reuniones ministeriales de la CE respecto al SIDA coinciden en asegurar que en todo caso estas medidas no afectarían a los ciudadanos de países miembros, hace un mes dos españolas fueron expulsadas de Grecia tras un soplo que las acusaba de ser portadoras de anticuerpos del SIDA.

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El Ministerio de Asuntos Exteriores español abrió entonces una investigación para averiguar el lugar de donde había partido la acusación.

Dentro de las iniciativas de control del virus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió incluirla dentro del apartado de enfermedades de transmisión sexual. Los doce decidieron conectar de manera conjunta con la OMS para evitar la realización de gestiones dobles.

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