Discrepancias sobre las condiciones sanitarias e higiénicas

Varios internos de la quinta galería de Carabanchel, donde se encuentra la mayoría de los reclusos europeos, han dirigido un escrito a. este periódico para protestar por una serie de deficiencias sanitarias e higiénicas dentro de la prisión.El director del centro, Juan Francisco Fernández Rodríguez, asumió alguna de las críticas, pero afirmó que la atención médica en la prisión de Carabanchel es correcta. Según un portavoz de los reclusos, no se realizan reconocimientos médicos a los recién ingresados, sino simples interrogatorios.

Juan Francisco Fernández señaló: "Aunque nuestra intenc...

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Varios internos de la quinta galería de Carabanchel, donde se encuentra la mayoría de los reclusos europeos, han dirigido un escrito a. este periódico para protestar por una serie de deficiencias sanitarias e higiénicas dentro de la prisión.El director del centro, Juan Francisco Fernández Rodríguez, asumió alguna de las críticas, pero afirmó que la atención médica en la prisión de Carabanchel es correcta. Según un portavoz de los reclusos, no se realizan reconocimientos médicos a los recién ingresados, sino simples interrogatorios.

Juan Francisco Fernández señaló: "Aunque nuestra intención sería hacer un reconocimiento completo a todo el que entra, no está muy claro si legalmente se puede obligar a los internos a que se sometan a pruebas como análisis de sangre u orina".

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"En cualquier caso", añadió el director, "ellos pueden voluntariamente pasar por reconocimiento y pedir que se les haga la prueba del SIDA".

Los reclusos se quejan también de la falta de atención médica por las noches. [Durante la noche suelen quedarse en el hospital penitenciario un médico y un ayudante técnico sanitario para atender las urgencias].

Juan Francisco Fernández señala que la enfermería del centro penitenciario permanece abierta de ocho de la mañana a: diez de la noche, y que a partir de esa hora los enfermos pasan al servicio de urgencias que funciona permanentemente en el hospital penitenciario, situado a 50 metros de la prisión.

Recluso herido

Los internos señalan en su escrito que el 27 de marzo falleció un recluso tras recibir tres puñaladas. Este hecho fue desmentido categóricamente por el director de la prisión: "El 27 de marzo resultó herido, en una reyerta entre internos, José Luis Morante, de 23 años. Este recluso pasó por el hospital penitenciario y reingresó en prisión el 14 de abril".

Los internos protestan también por la mala condición de los alimentos y por la falta de higiene: las duchas disponen de agua caliente sólo dos días a la semana.

El director del centro reconoce que el presupuesto para la alimentación de los internos es bajo, pero que la comida cumple con unos mínimos de calidad y nunca se sirve en malas condiciones.

Juan Francisco Fernández se comprometió a resolver el problema de las duchas y ampliar el suministro de agua caliente.

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