Los monos están listos
Los 30 monos que el doctor Luis Frontela necesita para un experimento pericial en el proceso sobre el síndrome tóxico ya están en camino.La defensa de los procesados ha pedido que el catedrático Fontela realice esta prueba: a un grupo de monos se le administrará aceite de colza desnaturalizado; a otro se le aplicarán los pesticidas que, según los procesados, causaron el envenenamiento tras ser empleados en una plantación de tomates; y a otro grupo de simios, los más afortunados, no se le dará nada.
Los defensores pretenden demostrar con esta prueba que el aceite no fue la causa del enve...
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Los 30 monos que el doctor Luis Frontela necesita para un experimento pericial en el proceso sobre el síndrome tóxico ya están en camino.La defensa de los procesados ha pedido que el catedrático Fontela realice esta prueba: a un grupo de monos se le administrará aceite de colza desnaturalizado; a otro se le aplicarán los pesticidas que, según los procesados, causaron el envenenamiento tras ser empleados en una plantación de tomates; y a otro grupo de simios, los más afortunados, no se le dará nada.
Los defensores pretenden demostrar con esta prueba que el aceite no fue la causa del envenenamiento.
El presupuesto, 15 millones en total, ya ha sido aprobado. Los monos han costado tres millones de pesetas, mientras que las jaulas han supuesto dos millones más; y otros tantos se emplearán en la comida de los animales. Frontela ha solicitado también que se apruebe un gasto de otros 15 millones para una nueva prueba pericial, pero-el tribunal le ha solicitado que detalle los gastos.
Finalmente, el presupuesto para la prueba con los simios no se estiró lo suficiente como para adquirir monos filipinos -supuestamente más apropiados-, que era el deseo de Frontela.
El perito deberá contentarse con envenenar a monos británicos.