La Caixa de Cataluña compra el edificio 'La Pedrera', de Gaudí, para hacer de él su 'buque insignia'

La Caixa de Cataluña cerrará en los próximos días la compra, por 900 millones de pesetas, del edificio modernista barcelonés conocido como Casa Milá o La Pedrera, obra de Antoni Gaudí declarada patrimonio universal por la Unesco. El edificio comenzará a restaurarse a principios del próximo año, y albergará un gran centro cultural en cuanto hayan sido desalojados todos los actuales inquilinos. La Caixa de Cataluña pretende que La Pedrera sea el símbolo gráfico y buque insignia de la entidad.

La compra de La Pedrera constituye la más espectacular operación inmobiliaria efectuada en...

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La Caixa de Cataluña cerrará en los próximos días la compra, por 900 millones de pesetas, del edificio modernista barcelonés conocido como Casa Milá o La Pedrera, obra de Antoni Gaudí declarada patrimonio universal por la Unesco. El edificio comenzará a restaurarse a principios del próximo año, y albergará un gran centro cultural en cuanto hayan sido desalojados todos los actuales inquilinos. La Caixa de Cataluña pretende que La Pedrera sea el símbolo gráfico y buque insignia de la entidad.

La compra de La Pedrera constituye la más espectacular operación inmobiliaria efectuada en Barcelona durante las últimas décadas. La Caixa de Cataluña ha mantenido sus negociaciones con los propietarios del edificio -una decena de familias agrupadas en la sociedad patrimonial CIPSA- con la máxima discreción, con el fin de evitar especulaciones o posibles ofertas de última hora por parte de otros grupos. A los 900 millones que pagará la Caixa de Cataluña a los propietarios, como precio del edificio, se añadirá un mínimo de 1.000 millones más en concepto de rehabilitación, restauración de la fachada y el tejado y reformas interiores.

Precio barato

Con todo, el precio ha sido considerado muy barato en medios inmobiliarios, y la propia Caixa de Cataluña considera haber hecho "una operación muy interesante, en la que hemos puesto toda nuestra ilusión, porque recuperamos para la ciudad y para el mundo una obra de arte y, además, damos una gran fuerza a nuestra imagen".

En una primera fase, y mientras se realiza la limpieza de la fachada y la reparación del tejado -obra que durará al menos diez meses y que ya había sido acordada por el Ayuntamiento con los antiguos propietarios- la caja se limitará a instalar una oficina.

Paralelamente, se iniciará el proceso de desalojo de los actuales inquilinos -entre ellos, un bingo, un centro académico y varias viviendas particulares- y se irán instalando salas de exposiciones y centros de servicio cultural, a los que se añadirá un auditorio cuando La Pedrera esté totalmente disponible. Fuentes de la Caixa de Cataluña afirmaron que la entidad "había quedado retrasada, en lo que se refiere a obra cultural, frente a otras cajas de ahorros catalanas, pero con este gran centro podemos ponernos al nivel de los mejores".

Con la creación de un centro cultural en la Pedrera se resolverá el contencioso existente hasta ahora entre los vecinos y el Ayuntamiento de Barcelona, para resolver el problema de las visitas públicas. Como patrimonio cultural de la Unesco, el edificio debía abrirse al público varias horas por semana, lo que resultaba imposible hasta ahora por la oposición de los particulares. También parecen resolverse los problemas de conservación, ya que la estructura interna se ha visto dañada en las últimas décadas por obras de reforma efectuadas por los distintos propietarios, sin atenerse a la estructura arquitectónica original.

El edificio de La Pedrera está situado en el paseo de Gracia barcelonés, en la esquina con la calle de Provenza, y fue terminado en 1910 por el arquitecto catalán Antoni Gaudí, autor también de la Sagrada Familia y del Parque Güell. La obra fue encargada a Gaudí por Pedro Milá Camps, uno de los grandes representantes de la alta burguesía catalana del primer tercio de siglo, y consta de dos escaleras de vecinos. Su superficie total es de unos 11.000 metros cuadrados. En 1969 fue declarado monumento nacional y en 1984 entró a formar parte del los bienes del patrimonio cultural mundial protegidos por la Unesco.

La Caixa de Cataluña ocupa el quinto lugar en el ranking de las cajas confederadas españolas ordenadas por volumen de recursos ajenos, y su volumen de activos alcanzó en 1985 los 400.000 millones de pesetas. En el mismo ejercicio, generó recursos por 8.063 millones de pesetas y obtuvo un excedente neto de 3.813 millones.

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