Entrega de los premios nacionales de 1985

José Luis Alonso de Santos manifestó ayer, al hablar como portavoz de los premios nacionales de 1985: "Los que nos dedicamos a nuestra pasión estamos ya suficientemente recompensados y todo lo demás es un premio excesivo y un estímulo".

Los premiados fueron Julio Caro Baroja (Letras Españolas), Manuel Fernández Álvarez (Historia de España), Antonio Holgado (Traducción), Juan Barjola y Guillermo Pérez Villalta (Artes Plásticas), Rodolfo Halffter y Miguel Querol (Música), José Luis Alonso de Santos y Alfonso Sastre (Teatro) y Enrique Molinero (Cine). En nombre de Joan Vinyoli (Literat...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

José Luis Alonso de Santos manifestó ayer, al hablar como portavoz de los premios nacionales de 1985: "Los que nos dedicamos a nuestra pasión estamos ya suficientemente recompensados y todo lo demás es un premio excesivo y un estímulo".

Los premiados fueron Julio Caro Baroja (Letras Españolas), Manuel Fernández Álvarez (Historia de España), Antonio Holgado (Traducción), Juan Barjola y Guillermo Pérez Villalta (Artes Plásticas), Rodolfo Halffter y Miguel Querol (Música), José Luis Alonso de Santos y Alfonso Sastre (Teatro) y Enrique Molinero (Cine). En nombre de Joan Vinyoli (Literatura), fallecido, recogió el galardón su viuda, Teresa Sastre, y otros premios fueron recogidos por representantes. Presidieron la entrega el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el ministro de Cultura, Javier Solana.

Alfonso Guerra expresó su convencimiento de que la cultura de un pueblo es el resultado finisecular de la actividad de los poetas y los artistas. Dirigiéndose a los artistas, les dijo que, al plasmar sus íntimos procesos creativos sobre la realidad y el misterio, la duda y la certeza, la angustia o el dolor, han subrayado los valores de la tolerancia, la paz y la justicia, y han contribuido a presentar la imagen dinámica de la España actual.

Sobre la vitalidad de la cultura española había hablado Solana, para quien queda demostrada por las biografías de los premiados. Subrayó que el Gobierno ha despejado los temores de que el Estado se erigiera en protagonista cultural, y se ha limitado a facilitar los medios a los creadores. Criticó a quienes se muestran pesimistas y dijo que prueba de la riqueza de la cultura es la dificultad de los jurados para elegir premiados.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En