Escasos avances en la discusión sobre los excedentes agrícolas

La presidencia británica de la CE, decidida a toda costa a conseguir un compromiso sobre la reducción de los excedentes de leche y carne, convocó ayer por la tarde, seis horas después de que los ministros de Agricultura se separasen después de otra noche en blanco, una nueva reunión que amenaza con prolongar toda la semana hasta que los "doce se pongan de acuerdo".Cuando a las ocho de la mañana concluyó la anterior sesión negociadora, el viceministro británico de Agricultura, John Gummer, cansado pero moderadamente optimista, aseguró que "no había motivos para creer que no podemos llega...

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La presidencia británica de la CE, decidida a toda costa a conseguir un compromiso sobre la reducción de los excedentes de leche y carne, convocó ayer por la tarde, seis horas después de que los ministros de Agricultura se separasen después de otra noche en blanco, una nueva reunión que amenaza con prolongar toda la semana hasta que los "doce se pongan de acuerdo".Cuando a las ocho de la mañana concluyó la anterior sesión negociadora, el viceministro británico de Agricultura, John Gummer, cansado pero moderadamente optimista, aseguró que "no había motivos para creer que no podemos llegar a un arreglo" y dio a entender que estaba dispuesto a prorrogar las conversaciones hasta su obtención o hasta que tengan que ser suspendidas por falta de quorum si algunos de sus homólogos abandonan Bruselas.

La Comisión Europea hizo el domingo por la noche una nueva propuesta de compromiso que mantiene, no obstante, el objetivo de disminuir en 1987 la producción láctea en un 6%, en una primera etapa, antes de lograr un 9,5% al año siguiente.

El principal obstáculo a la adopción de este proyecto son los países mediterráneos -España, Italia y Grecia-, respaldados por Irlanda, que se niegan a aceptar cualquier reducción lineal por considerar que sus ganaderos no generan excedentes. A pesar de no estar afectado por las eventuales decisiones que sean tomadas, Portugal forma también parte de este grupo por motivos estrictamente tácticos.

Países mediterráneos

El propósito de los Estados meridionales es conseguir, primero, que la rebaja de la producción láctea sea para ellos voluntaria mientras para las potencias agrícolas septentrionales tendría carácter obligatorio. En segundo lugar, desean obtener mayores compensaciones estructurales para, por ejemplo, facilitar la jubilación anticipada de sus ganaderos. Sus interlocutores parecen algo mas propensos a ceder sobre esta última revindicación.

"Mientras no se busque otra vía que no sea la reducción lineal, no es posible llegar a un acuerdo", insistió el ministro español de Agricultura, Carlos Romero, que precisó que él y su colega italiano, Filippo Maria Pandolfi, se turnaban para defender su postura común a la que los demás socios europeos empezarían a ser sensibles. "Hoy por primera vez", afirmó Romero, "se busca otro eje para alcanzar un comproiniso". Para Madrid y, Roma, el riesgo consiste en que los miembros septentrionales consigan romper la minoría de bloqueo meriodional haciendo ofertas específicas a Dublín y a Atenas, el eslabón mas débil del frente sur. El jefe de la delegación española le restó importancia al declarar que "todos somos conscientes de que no se trata de salvarse por separado".

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