Interés en Dinamarca por la cultura que se gesta en España

Intelectuales españoles visitaron el país nórdico

Existe en Dinamarca un particular interés por la cultura española, y sobre todo por la que se pueda estar gestando. Esa es la principal impresión recogida por cuatro intelectuales y artistas españoles, invitados a Dinamarca durante una semana, en un viaje que eludió el oficialismo y buscó el contacto personal, la vivencia e incluso la emoción. Tal sería el caso de una visita a la casa de Karen Blixen, Isak Dinesen, o de un almuerzo en el hotel Bröndum, donde compartieron mesa los pintores del grupo de Skagen que marcharon a una delgada península del Norte porque allí rebotaba la luz de dos mar...

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Existe en Dinamarca un particular interés por la cultura española, y sobre todo por la que se pueda estar gestando. Esa es la principal impresión recogida por cuatro intelectuales y artistas españoles, invitados a Dinamarca durante una semana, en un viaje que eludió el oficialismo y buscó el contacto personal, la vivencia e incluso la emoción. Tal sería el caso de una visita a la casa de Karen Blixen, Isak Dinesen, o de un almuerzo en el hotel Bröndum, donde compartieron mesa los pintores del grupo de Skagen que marcharon a una delgada península del Norte porque allí rebotaba la luz de dos mares.

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La idea de invitar a intelectuales españoles partió de una conferencia internacional en Sofía. A uno de los delegados daneses, Uffe Andreasen, le atrajeron las ideas de los delegados españoles, presididos por el economista y escritor José Luis Sampedro. Unas ideas humanistas, explicó luego Andreasen, de una cultura curiosa y abierta a otras que no son las dominantes.Viajaron a Dinamarca -los pasajes fueron pagados por el ministerio español de Asuntos Exteriores- el compositor Luis de Pablo, el editor Jaime Salinas, el novelista José Luis Sampedro y el crítico Vicente Molina Foix.

Los daneses parecen mejor informados de lo que ocurre en España que a la inversa, según otra impresión. Molina Foix subrayó, por ejemplo, el conocimiento que de la literatura española tienen los lectores de la editorial Glydiendal, cuyo director, Klaus Rifbjerg, a la vez uno de los escritores más conocidos de su país, se mostró muy interesado en conocer nombres de escritores españoles de hoy que merecería la pena publicar. Glydiendal controla más de la mitad de la edición danesa.

El conocimiento de España vendría facilitado por la afición de los daneses al sol: Rifbjerg, por ejemplo, suele escribir varios meses al año en su casa andaluza, y el mecenas Knud W. Jensen observa la evolución del arte español desde su casa de Nerja.

Un museo entre un bosque

A Jensen, empresario de volumen, se debe la creación del museo de Louisiana. Con bajos pabellones de madera y vidrio, al borde del mar, el museo supone una sorpresa. Se encuentra a una hora de Copenhague, al norte, enredado en un bosque, a unos cuantos golpes de remo de la costa. sueca. La construcción busca sobre todo la luz, mediante inmensas ventanas y largas claraboyas, y guarda una formidable colección de arte contemporáneo internacional. Su corazón es, quizá, una docena de hombres y mujeres, de Giacometti que, recortados contra la pálida luz del mar del Norte, descubren más que nunca su profunda soledad.El viaje culminó en el Museo de Louisiana, donde los españoles mantuvieron un coloquio sobre La identidad cultural europea con unas 200 personas: un éxito para la tarde de un soleado domingo de otoño. En sus preguntas, los daneses se mostraron preocupados por los peligros de homogeneización que conlleva la unidad europea, y la defensa de su cultura frente a otras, más ftiertes por razones ajenas a la cultura.

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