Virgilio Barco inicia mañana su mandato como presidente de Colombia

El liberal Virgilio Barco Vargas entrará en funciones mañana como 78º presidente de Colombia, sucediendo a Belisario Betancur. Barco, de 64 años de edad, obtuvo una aplastante victoria en las elecciones presidenciales celebradas el pasado 25 de mayo, triunfo que él interpretó como "un inequívoco mandato para el cambio".

A la toma de posesión de Barco asistirá el ministro de Asuntos Exteriores de España, Francisco Fernández Ordóñez, así como el secretario de Estado norteamericano George Shultz. Estarán presentes también seis presidentes latinoamericanos.Los cuatro años del Gobierno d...

El liberal Virgilio Barco Vargas entrará en funciones mañana como 78º presidente de Colombia, sucediendo a Belisario Betancur. Barco, de 64 años de edad, obtuvo una aplastante victoria en las elecciones presidenciales celebradas el pasado 25 de mayo, triunfo que él interpretó como "un inequívoco mandato para el cambio".

A la toma de posesión de Barco asistirá el ministro de Asuntos Exteriores de España, Francisco Fernández Ordóñez, así como el secretario de Estado norteamericano George Shultz. Estarán presentes también seis presidentes latinoamericanos.Los cuatro años del Gobierno del presidente Betancur han tenido un rasgo muy definido: la búsqueda de la paz, tanto en el plano interno como externo. En Colombia impulsó desde el inicio de su gestión un proceso encaminado a establecer un diálogo con los grupos armados que permitiera un alto el fuego. En el terreno internacional, fundó y desarrolló, junto a México, Venezuela y Panamá, el Grupo de Contadora, que buscó la paz para Centroamérica.

En ambas áreas, el éxito fue relativo. En el capítulo interno, los resultados iniciales, plasmados en la firma, en 1984, de acuerdos que establecieron luna tregua con cuatro grupos guerrilleros, se vieron empañados con la reanudación de la lucha armada por dilos de ellos un año después. En el marco internacional, el Grupo Contadora logró evitar la guerra generalizada en América Central, pero no implantar una paz estable para la región.

"Nada será igual en Colombia después de Betancur", ha dicho el escritor Gabriel García Márquez. A esa apreciación se han sumado, con diferente intención, tanto sus amigos como los detractores de su gestión presidencial. Con un nuevo estilo cálido y paternal, un lenguaje sencillo y un brillante manejo de la televisión como medio de relación con los colombianos, Belisario -como es conocido popularmente el jefe de Estado- emergió corno si fuera lo único bueno que había en un mal Gobierno.

"No sólo de paz vive el hombre", dicen varias inscripciones en los muros de Bogotá, como para reflejar que en otras áreas de la vida coltidiana. no se han obtenido éxitos. La tasa de desempleo era del 8% al iniciarse el mandato de Betancur. En junio de este año alcanzó el 15%, es decir, que un millón y medio de los 28 millones de colombianos están en el paro. El 45% de la población vive dentro de los niveles de pobreza.

La buena estrella que alumbró los prirrieros años del Gobierno de Betancur comenzóa declinar en la recta final del período presidencíal. En junio de 1985, el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) reanudó su actividad guerrillera; meses después hizo lo mismo el Ejército Popular de Liberación, mientras los grupos paramilitares de extrema derecha, inactivos en los primeros años de la Administración Betancur, reaparecieron con fuerza. La estocada final la proporcionó el asalto al palacio de Justicia de Bogotá, el 6 de noviembre pasado, por parte del M-19. El Ejército, tras cruentos; combates, recuperó el palacio a costa de un centenar de muertos.

El espíritu de diálogo del que hizo gala Betancur al reunirse con comandantes del M- 19 en Madrid, hace tres años, desapareció como por arte de magia en la toma del palacio de Justicia, y la iniciativa pasó a manos de los militares.