El primer presupuesto del Museo del Prado como organismo autónomo supera en 1.000 millones al de este año

El Museo del Prado, que hace un año obtuvo su autonomía, ha elaborado por vez primera su presupuesto, para 1987, que supera casi en 1.000 millones de pesetas al de este año. Los responsables del Prado, que advierten que se trata "de máximos" que serán seguramente recortados, han introducido en el presupuesto 500 millones para adquisición de obras de arte. El Prado, una de las mejores pinacotecas del mundo, tenía un presupuesto insuficiente, según sus directivos, y muy probablemente seguirá teniéndolo; sólo la anualidad de la compra del palacio de Villahermosa y el pago de las obras de climatiz...

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El Museo del Prado, que hace un año obtuvo su autonomía, ha elaborado por vez primera su presupuesto, para 1987, que supera casi en 1.000 millones de pesetas al de este año. Los responsables del Prado, que advierten que se trata "de máximos" que serán seguramente recortados, han introducido en el presupuesto 500 millones para adquisición de obras de arte. El Prado, una de las mejores pinacotecas del mundo, tenía un presupuesto insuficiente, según sus directivos, y muy probablemente seguirá teniéndolo; sólo la anualidad de la compra del palacio de Villahermosa y el pago de las obras de climatización suman 1.000 millones.

En el anteproyecto elaborado en el Museo del Prado se recoge un total de gastos de 2.858.845.000 pesetas. El presupuesto de este año es de 1.946.815.000 pesetas. Este presupuesto no sólo les parece manifiestamente insuficiente" a los responsable; del Prado, al di rector y al subdirector gerente Jorge Palacio, sino al mismo ministro de Cultura, Javier Solana, que ha hecho declaraciones a la Prensa en tal sentido.Por vez primera también, en estreno de la autonomía. administrativa que el Prado tiene desde agosto del pasado año, el, museo dispondrá de una partida presupuestaria para la adquisición de obras de arte, ya que, hasta esite año incluido, es la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura la que realiza las compras. Según los datos facilitados en Bellas Artes, en 1985 se compraron obras para el Museo del Prado por valor de 83.404.775 pesetas. Durante 1986, con fecha hasta el 31 de julio, Cultura se ha gastado en este concepto 513.658.546 pesetas Esta espectacular subida se debe fundamentalmente, a la adquisición de La marquesa de Santa Cruz, que costó 880 millones de pesetas, de los cuales el ministerio puso 368. El resto del dinero lo aportaron otras entidades públicas y privadas.

10 años de obras

El patronato del Museo del Prado pide para 1987 una cantidad total de 500 inillones de pesetas para adquisición de obras de arte, un apartado que los responsables del Prado sospechan que será drásticamente recortado.

En el supuesto de que el Museo ,del Prado obtuviese el presupuesto pedido para 1987, una tercera parte de esos 2.800 millones de pesetas de gastos totales irían a parar a la anualidad del palacio de Villahermosa -497.500.000 pese las- y a las obras de climatiza ción -500 millones-

Según el director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, estas obras de climatización están en su recta final y se concluirán el año próximo, aunque no precisó fecha más concreta. No es la primera vez que un director del Prado promete la finalización de estas obras; ya en 1976, cuando comenzaron los trabajos, se aseguraba que la climatización del palacio de Villanueva (edificio principal del Prado) quedaría lista a finales de 1978. La semana pasada, Pérez Sánchez aseguraba a la Prensa con cierto triunfalismo que ya se han acondionado dos tercios del museo.

La adjudicación del proyecto de las obras se publicó en el Boletín Oficial del Estado en enero de 1976, año en que dieron comienzo unas obras para las que se presupuestaron 337 millones de pesetas. Hoy es complicado recabar el historial completo de unos trabajos que se han dilatado hasta cumplir los 10 años. La supervisión de los trabajos se ha encomendado a Pablo Fernández Alba, que está de vacaciones. El subsecretario de Inversiones y Obras del Ministerio de Cultura, Ángel Díaz González, no quiso hablar con este periódico, al que remitió al gabinete de prensa, donde no, pudieron despejar ayer las incógnitas al respecto. La directora de Museos, Paloma Acuha, no pudo atender a las llamadas. Fuentes bien informadas sospechan que el coste total de las, obras se ha disparado vertiginosamente.

El palacio de Villahermosa, en la esquina del paseo del Prado y la, carrera de San Jerónimo, fue adquirido por 3.485 millones de pesetas. Las condiciones de compra fueron las siguientes: 500 millones a la firma del contrato y seis anualidades de 497.500.000 pesetas. La anualidad de 1987 es la segunda.

Los desmayos de los turistas

En verano son frecuentes los desmayos en el Museo del Prado. "Los turistas vienen cargados con mochilas, cansados y con falta de sueño; no se desmayan, por el calor, porque incluso en las salas, todavía no climatizadas la temperatura no es excesivamente: alta", dice Dámaso Santos Amestoy, jefe de prensa del Museo del Prado.Agosto, que hoy, empieza, es el mejor mes para el Museo del Prado, que recibe anualmente alrededor de dos millones de visitantes. Con cerca de 200.000 visitantes, agosto no es sólo el mes que consigue mayor afluencia de público, sino que es también el que recibe mayor número de visitantes de pago, es decir, de turistas extranjeros. Casi la mitad, de la gente que acude en agosto a la pinacoteca ha de pagar las 400 pesetas que cuesta la entrada. Este concepto no es nada despreciable. En el anteproyecto de presupuesto para 1987, el Museo del Prado calcula ingresar 269 millones de pesetas por las entradas a sus salas.

El número de visitantes ha ido aumentando con los años. En 1975, por ejemplo, 1.020.691 personas pasaron por el museo. Las aglomeraciones que se producían en este centro llevaron a sus responsables a decidir poner coto a la masificación. "El máximo de personas que hay al tiempo en el museo es de 2.000", dice Santos Amestoy. "Es fácil de. controlar, porque los porteros entregan billete de entrada a todo el mundo, de manera que se sabe inmediatamente cuándo se ha llegado al tope de los 2.000 y se cierra la entrada hasta que no. salga gente. Esto pasa con relativa frecuencia".

En las obras de acondicionamiento del Museo del Prado se incluyen sistemas de seguridad que eviten robos y atentados. Los sistemas más modernos se hallan en torno al Guernica, de Picasso. "La última fase", dice Santos Amestoy, "sera computerizar todos los datos; desde un centro de control se podrá saber si hay amenaza de incendio o si alguien ha tocado un determinado cuadro".

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