Washington reafirma su oposición a las sanciones y pide calma
Un portavoz de la Casa Blanca reafirmó ayer en Washington la oposición del Gobierno de Estados Unidos a la adopción de sanciones contra Suráfrica, al tiempo que pidió al régimen de Pretoria,y a la mayoría negra surafricana que eviten la violencia tras la imposición del estado de emergencia en vísperas del 10º aniversario de los disturbios de Soweto."Pedimos a las dos partes que den pruebas de moderación, que eviten la violencia y que inicien un diálogo orientado a conseguir una solución negociada para Suráfrica", declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes.
El portavoz pre...
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Un portavoz de la Casa Blanca reafirmó ayer en Washington la oposición del Gobierno de Estados Unidos a la adopción de sanciones contra Suráfrica, al tiempo que pidió al régimen de Pretoria,y a la mayoría negra surafricana que eviten la violencia tras la imposición del estado de emergencia en vísperas del 10º aniversario de los disturbios de Soweto."Pedimos a las dos partes que den pruebas de moderación, que eviten la violencia y que inicien un diálogo orientado a conseguir una solución negociada para Suráfrica", declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes.
El portavoz presidencial reiteró, por otra parte, que Washington se opone a la adopción de sanciones económicas contra Pretoria, porque tales medidas "harían daño a las mismas personas" que se quiere ayudar, afirmó Speakes.
El Departamento de Estado tomó contacto durante la mañana de ayer con la Embajada de EE UU en Pretoria, la cual fue instruida para comunicar al Gobierno surafricano la posición de EE UU con respecto a las medidas de excepción. Speakes afirmó que Washington podría verse en la necesidad de hacer pública dicha posición en los próximos días, aunque descartó cualquier modificación sustancial de la política de su país hacia Pretoria.
El Gobierno de Canadá anunció, entre tanto, nuevas sanciones diplomáticas y económicas contra el régimen del apartheid, entre las que destacan la suspensión de la compra de productos surafricanos y la retirada de acreditaciones a los agregados surafricanos de Embajada encargados de ciencias, minería y agricultura.
El Gobierno de la República Federal de Alemania declaró, por su parte, que se siente profundamente preocupado por la imposición del estado de emergencia en Suráfrica, y calificó la medida de nuevo obstáculo para el diálogo entre blancos y negros. "Debemos temer que la imposición renovada del estado de emergencia aleje aún más el logro de una solución pacífica para los problemas de Suráfrica", afirmó el portavoz del Gobierno de la RFA, Friedhelm Ost.
Zaire, en nombre de los 51 Estados miembros del Grupo Africano de la ONU, solicitó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad para examinar "la seria situación en Suráfrica".