Los médicos temen mas muertes por el suceso de Chernobil

La evaluación de las consecuencias médicas del accidente de Chernobil, parte de cuyas víctimas aún vivas están condenadas a morir por su causa, requerirá probablemente años, según manifestó ayer en Moscú el doctor norteamericano Robert Gafe, el especialista en trasplante de médula ósea que se ha ocupado de tratar los casos mas graves entre quienes sufrieron las radiaciones emitidas por el reactor accidentado el pasado 26 de abril en Ucrania. En una conferencia de prensa, Gale y el médico soviético Andrei Voroviov, miembro de la Academia de Medicina de la URSS, explicaron los resultados de su t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La evaluación de las consecuencias médicas del accidente de Chernobil, parte de cuyas víctimas aún vivas están condenadas a morir por su causa, requerirá probablemente años, según manifestó ayer en Moscú el doctor norteamericano Robert Gafe, el especialista en trasplante de médula ósea que se ha ocupado de tratar los casos mas graves entre quienes sufrieron las radiaciones emitidas por el reactor accidentado el pasado 26 de abril en Ucrania. En una conferencia de prensa, Gale y el médico soviético Andrei Voroviov, miembro de la Academia de Medicina de la URSS, explicaron los resultados de su trabajo con los 35 pacientes que han recibido las dosis más altas de radiación, y dejaron constancia de la incapacidad médica para hacer frente de forma eficaz y amplia a las consecuencias de un accidente nuclear y, mucho menos, a las de una guerra atómica.

Del grupo de 35 pacientes que, debido al nivel de radiación recibida, sufrieron un daño irreversible en la médula ósea, 28 se encontraban vivos ayer. Diecinueve habían sido sometidos a una operación de trasplante y el resto, es decir, nueve, o bien no necesitaba el trasplante o éste no podía serles ya de utilidad por haber sufrido daños en otros órganos. "Anticiparnos que puede haber más muertes", señaló Gale. Los enfermos a quienes les había sido trasplantada médula ósea, responsable de la presencia de glóbulos blancos en la sangre, se encontraban "razonablemente bien".Entre los 299 hospitalizados en total, hay diversas gradaciones de exposición a las radiaciones, desde débiles a considerablemente altas. "Sabemos que muertes suplementarias son inevitables, pero esperamos que un número considerable sobrevivirá", manifestó Gale. "Nos llevará muchos meses evaluar totalmente a estos pacientes y probablemente muchos años calcular las consecuencias médicas del accidente de Chernobil" añadió.

El diagnóstico dentro del grupo de pacientes hospitalizados puede cambiar y las correcciones podrían afectar a un 20%. o un 30% de ellos, ya que el sistema de diagnóstico es muy complicado y contiene diversas variantes, entre las que se cuenta la falta de homogeneidad de la exposición del cuerpo a la radiación.

Por su parte, Voroviov manifestó que no había peligro de enfermedad en la población de Kiev o en el extranjero causada directamente por el accidente. El científico soviético se mostró más cauto sobre las consecuencias en la zona limítrofe con la central. Dijo que éstas no pueden ser percibidas actualmente y que la zona afectada necesita de un serio estudio y un profundo análisis para. ver el contenido de radiación en el suelo. Entre quienes han sufrido una dosis superior a 100 rad no hay habitantés de Chernobil o Pripiat, excepto aquellos que se encontraban en la central.

Precavido

Gale, a su vez, se mostró precavido sobre las garantías para la salud de los habitantes de la zona de Chernobil, que no ha visitado aún pese a haberlo pedido. "No creo que debamos hacer afirmaciones definitivas sobre el riesgo de radiación a distancia de la fuente de Chernobil". El doctor calificó de extraordinariamente poco probable" la hipótesis de que alguien lejos del reactor pudiera sufrir "una enfermedad por radiación aguda. La gente que está a distancia del reactor puede sufrir las consecuencias de la radiación a largo plazo, pero no podemos hacer un cálculo adecuado de cuáles serán estos efectos".La idea de una cooperación médica internacional para hacer frente a los accidentes nucleares fue reiterada a lo largo de la intervención de los dos médicos. El equipo que ha tratado a los afectados, en el que participa también el médico norteamericano Paul Tarasaki y el israelí Yair Reisnere, publicará su experiencia sobre el accidente en una revista especialízada. La URSS, por otra parte, ha manifestado su intención de participar en la asociación que Gale representa, la International Bone Marrow, Transplant Registry, que tiene 128 centros en 60 países. Quince países han participado de una forma u otra en las operaciones para tratar a las víctimas de Chernobil, dijo Gale, para quien cualquier accidente nuclear supera los recursos y la experiencia de cualquier país.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los médicos soviéticos que trataban a los afectados por la radiación se encontraban "extremadamente bien preparados", tanto para estimar las dosis como para actuar en las difíciles circunstancias dadas, y, ya antes de que Gale llegara a Moscú, habían realizado ellos mismos trasplantes, según dijo el doctor norteamericano, que no dio datos sobre los casos concretos.

Robert Gale iba a ser recibido ayer tarde por el líder soviético, Mijail Gorbachov, que rompió el miércoles su silencio para explicar al país la versión oficial de lo sucedido en Chernobil.

Entre los puntos que llaman la atención en la intervención de Gorbachov está la falta de explicación para el retraso informativo. Gorbachov reconoce implícitamente que la dirección soviética se enteró tarde de la magnitud de lo sucedido.

Sobre la firma

Archivado En