'Pirates', una costosa aproximación de Polanski al cine clásico de aventuras, inaugura el certamen

ENVIADO ESPECIAL, El primer filme de la selección oficial proyectado en Cannes ha sido Pirates, de Roman Polanski. Se trata de un viejo proyecto del director, de algo que ya quería rodar en 1975. Después de leerse la abundante literatura sobre el tema, de revisar las cintas del género, desde los clásicos del cine mudo hasta los grandes títulos de los años cincuenta, una vez acabado un guión escrito en colaboración con Gerard Brach, con Jack Nicholson encantado ante la posibilidad de ser el Capitán Red, entonces "todo el edificio se vino abajo. Un primer primer presupuesto nos descubrió que el ...

ENVIADO ESPECIAL, El primer filme de la selección oficial proyectado en Cannes ha sido Pirates, de Roman Polanski. Se trata de un viejo proyecto del director, de algo que ya quería rodar en 1975. Después de leerse la abundante literatura sobre el tema, de revisar las cintas del género, desde los clásicos del cine mudo hasta los grandes títulos de los años cincuenta, una vez acabado un guión escrito en colaboración con Gerard Brach, con Jack Nicholson encantado ante la posibilidad de ser el Capitán Red, entonces "todo el edificio se vino abajo. Un primer primer presupuesto nos descubrió que el proyecto era mucho más caro de lo que pensábamos". Son las palabras de Polanski, quizá prisionero de su deseo de hacer un filme "que simbolice lo que era el cine para mí cuando era niño".

Los grandes estudios no existen, los galeones no atracan en el lago de la Metro Goldwyn Mayer y construir uno nuevo ha costado la friolera de ocho millones de dólares, más de una cuarta parte del presupuesto total del proyecto. Pero el Capitán Red necesita el Neptuno -hoy anclado en el puerto de Cannes- para ser un pirata comparable EL Errol Flynn o Burt Lancaster, y entre Túnez, Francia y Estados Unidos -la Fox ha comprado los derechos de vídeo por siete millones de dólares-, construyendo una fortaleza en la costa africana la película se ha podido llevar a cabo.Claro que aún hubo que superar otros muchos problemas, como la retirada de Robert Evans de su papel ole productor ejecutivo o el que Jack Nicholson se volviera atrás en sus pasados entusiasmos, exigiendo 50.000 dólares diarios en el caso de que el rodaje se prolongara más de lo previsto, algo muy fácil cuando el trabajo se realiza, en su mayor parte, en exteriores.

Walter Matthau ha sido la solución de recambio un tanto sorprendente porque equivale a fabricar un protagonista radicalmente distinto, más socarrón, menos atlético, capaz de las mayores barbaridades sin perder la sonrisa. El resto del reparto está integrado por nombres prácticamente desconocidos, confiando sin duda más en el proyecto, el nombre del director y el posible tirón de Matthau, que en una larga lista de celebridades que aparezcan unos pocos minutos a cambio de sumas exorbitantes.

En la relación de títulos seleccionados publicada ayer faltaba La mission, una película de Roland Joffe que no figura en ninguno de los papeles oficiales porque nadie sabe aún con total seguridad si estará acabada para el día 16 de mayo. Se trata de una gran producción rodada en Latinoarnérica con Robert de Niro y Jererny Irons como protagonistas. Roland Joffe es el director de Los gritos del silencio, y La missión es la nueva apuesta de David Puttnam, el productor de Carros defuego, Los duelistas, El expreso de medianoche y del filme citado antes, todos ellos fruto de una gran meticulosidad en, la recons trucción de ambientes y en el acabado técnico. La aparición o no de La missión depende de. que estén a tiempo las niezclas de so nido, en retraso a causa de la complejidad de la música com puesta por Ennio Morricone.

El temor a cualquier acto de inspiración terrorista se ha apoderado del festival. De ahí que ayer Charles Aznavour coincidiera con varios periodistas ante un muro impenetrable de funcionarios ordenancistas y que de nada le sirviera su condición de jurado y actor ilustre; de ahí que Michel P. Bonnet, secretario general del festival, dirija un mensaje a los profesionales en que afirma que "se hacen necesarias medidas de seguridad", de ahí que haya más gendarmes que nunca, que se interrumpa a menudo el tráfico en La Croisette y se haga circular a los coches entre vallas metálicas que impiden el cambio de carril.