Los más urgentes problemas del cine español, debatidos por los sectores profesionales

Un debate sobre los problemas del cine español concentró el pasado lunes en un hotel de Madrid a representantes de los sectores de la industria cinematográfica. Intervinieron el productor Querejeta, el director Manuel Gutiérrez, el crítico Octavi Martí, el distribuidor Recoder, el exhibidor Del Villar, el director del Banco de Crédito Industrial, Díaz López; Gómez Redondo, en representación de TVE; el subdirector general para el IVA del Ministerio de Economía, Pablo Ugarte; la actriz Victoria Vera, y el director general del Instituto de la Cinematografía, Méndez Leite. Organizó el acto el club...

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Un debate sobre los problemas del cine español concentró el pasado lunes en un hotel de Madrid a representantes de los sectores de la industria cinematográfica. Intervinieron el productor Querejeta, el director Manuel Gutiérrez, el crítico Octavi Martí, el distribuidor Recoder, el exhibidor Del Villar, el director del Banco de Crédito Industrial, Díaz López; Gómez Redondo, en representación de TVE; el subdirector general para el IVA del Ministerio de Economía, Pablo Ugarte; la actriz Victoria Vera, y el director general del Instituto de la Cinematografía, Méndez Leite. Organizó el acto el club Diálogos para la Democracia.

El productor Elías Querejeta abrió a tanda de ponentes; con una sintética exposición de los cambios que está experimentando la industria del cine a raíz de la diversificación del consumo. A su juicio, "la diversificación de la oferta hace que hoy el cine tenga más contempladores que nunca", pero tal diversificación "modifica al mismo tiempo el producto como tal a causa de su estandardización".A juicio del distribuidor Antonio Recoder, "en España se produjo una atomización de las empresas distribuidoras, que en los años setenta llegaron a casi las 300, pero en la actualidad, y a causa de factores exteriores a este sector, como son la emisión de películas en televisión, el descenso de la producción de filmes y la extensión del vídeo, han obligado a descender este alto número".

Para el exhibidor José del Villar, "en España la oferta de salas cinematográficas es la mayor de Europa, con una plaza por cada 20 espectadores. La concurrencia del vídeo y la televisión han hecho que esta oferta. sea en la actualidad mayor que la demanda, por lo que estamos haciendo un estudio con vistas a adecuarlas en un futuro inmediato".

La oferta audiovisual

Para Fernando Díaz López, "el crédito cinematográfico supone una muy pequeña parcela de las actividades del Banco de Crédito Industrial". La mayor experiencia crediticia de esta entidad recae en cine sobre la rarna de producción, "que en España se caracteriza por su atomización, por la existencia de pocas empresas productoras importantes, por sus planteamientos financieros endebles y por el carácter restringido del mercado a que atienden". Como ejemplo aportó Díaz López dos cifras: "En este momento, la oferta europea de productos audiovisuales es de unas 5.000 horas por año, cuando a corto plazo se prevé una demanda de unas 125.000 horas por año. Esto significa que en este momento Europa produce tan sólo un 4% de los productos audiovisuales que consume".Para Ramón Gómez Redondo, director de progTarnas de TVE, "la relación entre la, televisión y el cine en España, ha sido tradicionalmente de desconfianza mutua". Pero "en la década de los ochenta se ha producido un acercamiento en tres campos: la exhibición de una película española de cada cinco que TVE emite; la adquisición de los llaniados derechos, de antena, por los que TVE puede llevar a cabo la emisión de filmes que ha contribuido a financiar a los dos años de su explotación en salas, y finalmente la creación de series específicas para televisión realizadas por la industria del cine".

Pablo Ugarte, subdirector general para el IVA del Ministerio de Economía, afirmó que "desde enero de este año, con la implantación en España del IVA, el cine se ha librado del impuesto sobre el tráfico de empresas, del impuesto para protección de menores y de las tasas de doblaje y exportación de películas extranjeras. Esto supone que de una imposición del 11%, tras aplicársele el tipo reducido del IVA, el cine ha pasado a una imposición de tan sólo el 6%, lo que supone un tratamiento favorable y un descenso de la presión fiscal con vistas a facilitar la creación cinematográfica".

El director cinematográfico Manuel Gutiérrez Aragón afirmó que ve el futuro del cine con "cierto pesimismo y una dosis de nostalgia". "El lenguaje del cine se está degradando y esta degradación se produce desde el momento en, que una película se sale de una sala oscura y se instala en los nuevos medios de exhibición, como son el vídeo y la televisión".

La actriz Victoria Vera expuso la idea de que "los actores deben tomar iniciativas a la hora de promover una película, interviniendo directamente en su proceso creativo". Por su parte, el crítico cinematográfico de este periódico, Octavi Martí, insistió en lo expuesto por Manuel Gutiérrez sobre "la degradación del lenguaje cinematográfico como consecuencia de la estandardización de la producción, que obliga a un consumo ultrarrápido de las películas y modifica los estímulos sobre el espectador, cifrando a éstos únicamente en la novedad y la originalidad".

Intervino finalmente el director del Instituto de la Cinematografía, Fernando Méndez Leite, quien dijo que al llegar a su cargo se en contró con un hecho sin precedentes en el cine español, "la existencia de una plataforma, la COPIAC, en la que trabajan conjun tamente los tres sectores, antes irreconciliables, de la industria". Para Méndez Leite, hay que "profundizar, al menos durante unos años, en el camino de la protección de la industria cinematográfica española. También hay que fomentar el cine de calidad e intensificar el sistema de subvenciones anticipadas, de tal manera que ninguna película interesante se quede en el tintero de sus creadores".

Para Méndez Leite, es necesario afrontar "la reconversión de la producción; hay también que crear becas para que los nuevos realizadores puedan ponerse a redactar sus proyectos; penetrar en los mercados extranjeros, cosa muy difícil, pues éstos se nutren, además de cine norteamericano, sólo de su propia producción; luchar contra la piratería y el vídeo comunitario, y poner en marcha una nueva Escuela Oficial de Cine".

De especial importancia es para Méndez Leite la reconversión de la red de salas. La exhibición es, a su juicio, "el sector más conservador de nuestra industria. Hay en cierta manera que ponerlo patas arriba, hasta conseguir que las salas llamen al público; y llevar en ellas a cabo un riguroso control de taquilla".

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