Crítica:VI FESTIVAL DE JAZZ DE MADRID

El intento de fusión

Tomás San Miguel es un pianista y compositor vitoriano que, después de una temporada de estudios en Estados Unidos, se ha ganado el respeto de músicos y aficionados. Su banda actual realiza la música que él escribe en colaboración con el guitarrista Gerardo Núñez, inspirada casi siempre en el flamenco y bajo la vieja aspiración de lograr una fusión entre el jazz y esta parte de nuestro folclor.Muchos músicos han sido tentados por esta idea de fusionar ambas músicas y han emprendido este camino con mayor o menor fortuna: Miles Davis y Chick Corea son los más notables allende nuestras fro...

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Tomás San Miguel es un pianista y compositor vitoriano que, después de una temporada de estudios en Estados Unidos, se ha ganado el respeto de músicos y aficionados. Su banda actual realiza la música que él escribe en colaboración con el guitarrista Gerardo Núñez, inspirada casi siempre en el flamenco y bajo la vieja aspiración de lograr una fusión entre el jazz y esta parte de nuestro folclor.Muchos músicos han sido tentados por esta idea de fusionar ambas músicas y han emprendido este camino con mayor o menor fortuna: Miles Davis y Chick Corea son los más notables allende nuestras fronteras; Pedro Iturralde y Paco de Lucía (aunque en una vertiente distinta a los anteriores, ya que su punto de vista parte del flamenco) son los más importantes en España, y José Antonio Galicia, el más constante de ellos.

Tomás San Miguel Band

Gary Burton & Berckee All Stars.VI Festival de Jazz de Madrid Teatro Alcalá Palace. Madrid, 2 de noviembre.

Tomás San Miguel se puede enmarcar en la escuela de Corea. El resultado es defendible y digno, si bien no es excesivamente original y quizá tedioso para un público indiscriminado. Las construcciones musicales están bien concebidas y llevadas a cabo con fortuna; quizá los ladrillos estén un poco desgastados.

Un sonido bien poco convincente (¿cómo es posible que en un local con buenas condiciones acústicas puedan seguir escuchándose conciertos amplificados con tan poco relieve?) se en cargó de amortiguar el brillo, ya de por sí vacilante, de las estrellas de Berckee.

'Vibrafonismo'

El grupo de Berckee, que ha aprovechado su paso por España para hacer campaña a favor de la famosa escuela norteamericana, está liderado por Gary Burton. Éste es el verdadero pilar y el punto de atracción que puede dar color a un concierto que de otro modo resultaría anodino. El vibráfono tendría que haber cambiado de nombre desde que Burton cogió las baquetas porque en sus manos se convierte en algo distinto: el virtuosismo, la precisión, la sensibilidad y el swing se funden con una técnica precisa para el instrumento, vibrafonismo habría que decir, de forma que Burton hace la música con y para el vibráfono. Por esto es siempre una delicia poder escucharle alguna pieza en solitario.Los All Stars de Berckee, a su lado, son músicos eficaces, pero, al menos en este concierto, poco inspirados: Gert Hopkins (trompeta) tenía ganas, pero no estuvo muy acertado; Bill Pierce (tenor), tan aburrido como cuando vino con Art Blakey; a Larry Monroe (saxo alto) no se le escuchó apenas; Bruce Gert (bajo) estuvo muy discreto, y Jim Kelly (guitarra), por completo fuera de onda. Lo mejor estuvo a cargo del pianista Bob Winter y del batería Tommy Campbell, pero hasta a este último los fours finales estuvieron a punto de aguarle la fiesta.

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