Graves discrepancias entre galeristas y la dirección de Arco sobre la gestión de la feria

Las diferencias ponen en peligro la continuidad de la muestra de arte

Graves discrepancias entre la organización de Arco, la feria internacional del mercado del arte que se celebra anualmente en Madrid, y un buen número de importantes galeristas asiduos de esta manifestación artística ponen en peligro la continuidad de la muestra, una de las más importantes de Europa y sin duda la de más trascendencia del mercado español de las artes. Los galeristas enfrentados con la dirección desean la continuidad de Arco, cuya próxima edición debe celebrarse del 10 al 15 de abril de 1986, pero reclaman una revisión drástica de los métodos seguidos para la gestión.

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Graves discrepancias entre la organización de Arco, la feria internacional del mercado del arte que se celebra anualmente en Madrid, y un buen número de importantes galeristas asiduos de esta manifestación artística ponen en peligro la continuidad de la muestra, una de las más importantes de Europa y sin duda la de más trascendencia del mercado español de las artes. Los galeristas enfrentados con la dirección desean la continuidad de Arco, cuya próxima edición debe celebrarse del 10 al 15 de abril de 1986, pero reclaman una revisión drástica de los métodos seguidos para la gestión.

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Durante la pasada primavera, dos meses después de concluir Arco 85, la feria de arte de Madrid, se entabló un conflicto entre la Asociación Profesional de Galerías de Arte de Madrid e IFEMA, la institución ferial patrocinadora de Arco, por discrepancias de los primeros con la dirección y modo de gestión llevada a cabo en la feria artística madrileña. Cuatro meses después, y tras un agravamiento del conflicto al decidir un conjunto de 26 galeristas no asistir a nuevas ediciones de Arco, se sigue aún pendiente de encontrar una vía de diálogo y solución.

El problema se inició el pasado 13 de mayo con el envío de una carta firmada por 26 miembros pertenecientes a la Asociación Profesional de Galerías de Madrid y dirigida a Adrián Piera, presidente del comité ejecutivo de IFEMA, en la que se solicitaba el cese de Juana de Aizpuru, directora de Arco, por considerar improcedente que dicho cargo fuera ocupado por una directora de una galería de arte madrileña. En respuesta a esta carta, Adrián Piera agradeció la intención de crítica constructiva, pero no encontró razones para tal incompatibilidad.

El 26 de junio, una carta de la presidenta de la Asociación Madrileña de Galeristas, Evelyn Botella, comunicó a Adrián Piera la decepción de los asociados ante su decisión y el hecho de que no fuera acogida su petición de crear un comité "realmente consultivo y ejecutivo", que supusiera una reestructuración de Arco en favor de una fórmula más plural de decisión. Asimismo, la carta adjuntaba un pliego firmado por 26 galeristas que manifestaban su decisión de no asistir a nuevas ediciones de Arco; tal decisión podía ser reconsiderada en caso de darse algún tipo de acuerdo futuro.

Los firmantes

Los 26 firmantes que manifestaron su deseo de no asistir a Arco son los directores de las galerías madrileñas Aele, Altex, Arte en Europa, Aldaba, Biosca, El Cisne, El Coleccionista, Egam, Fernando Vijande, Gavar, Grupo 15, Heller, Kábala, Kreisler, Kreisler 2, Juana Mordó, Múltiple 417, Novart, Orfila, Ovidio, Sargadelos, Seiquer, Sen, Theo, Tórculo e Ynguanzo. Dieciocho de esas galerías han participado en otras ediciones de Arco y ocho de ellas no lo han hecho nunca, ya fuera por no existir aún como tales, por no estar de acuerdo en las condiciones de participación o por no haber sido admitidas. Las 18 galerías que sí estuvieron en Arco anteriormente suponen un porcentaje del 50% respecto al número de madrileñas asistentes a Arco 85 y un 20% del total de las españolas presentes.Consultados algunos de los firmantes más significativos de la carta, todos ellos con participación en la historia de Arco, han coincidido en manifestar su decidido apoyo a un proyecto como el de la feria madrileña y una valoración positiva de su importancia para los medios artísticos, profesionales y aficionados del panorama español. Reconocen la labor impulsora desarrollada por su directora, Juana de Aizpuru. Las discrepancias se orientan fundamentalmente hacia el hecho de que consideran que el comité organizador (formado por representantes de IFEMA y numerosos profesionales nacionales e internacionales, y del que ocho de los firmantes formaron parte en épocas diversas) no ha sido suficientemente atendido en relación con opiniones como las referentes al cambio de fechas para la próxima edición de Arco -que coincidía con la nueva feria de Zúrich, y se ha trasladado al mes de abril-, el precio de alquiler de los pabellones o el tipo de personalidades que debían ser invitadas. Fernando Vijande declara: "Los galeristas pagamos y debemos tener voz y voto en un grado mayor. Hasta ahora, si las opiniones del comité se admitían, eran consideradas un éxito de IFEMA, y, en caso contrario, un error del comité". Elvira González, directora de Theo, piensa que Arco carece actualmente del grado de profesionalidad de otras ferias, y que en ella se ejerce un mayor nepotismo a la hora de privilegiar ciertas corrientes artísticas.

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