Fiebre de espías en Europa

Huye al Este una secretaria de la Cancillería de la RFA

HERMANN TERTSCH, Un nuevo escándalo de espionaje conmocionó ayer los medios políticos de Bonn en una grave escalada de la crisis de los espías que sufre la República Federal de Alemania (RFA) desde la fuga al Este del responsable de su contraespionaje, Hans Joachim Tiedge. Una secretaria de la Cancillería federal (la Jefatura del Gobierno de Bonn), Herta Astrid Willner, y su marido, Hubert Adolf Willner, funcionario de la Fundación Friedrich Naumann, afín al partido liberal, aprovecharon sus vacaciones en España para huir a la República Democrática Alemana (RDA). La Fiscalía ordenó ayer la ape...

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HERMANN TERTSCH, Un nuevo escándalo de espionaje conmocionó ayer los medios políticos de Bonn en una grave escalada de la crisis de los espías que sufre la República Federal de Alemania (RFA) desde la fuga al Este del responsable de su contraespionaje, Hans Joachim Tiedge. Una secretaria de la Cancillería federal (la Jefatura del Gobierno de Bonn), Herta Astrid Willner, y su marido, Hubert Adolf Willner, funcionario de la Fundación Friedrich Naumann, afín al partido liberal, aprovecharon sus vacaciones en España para huir a la República Democrática Alemana (RDA). La Fiscalía ordenó ayer la apertura de un sumario contra el matrimonio por "supuestas actividades en favor de servicios secretos extranjeros".

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Los Willner no se reintegraron el lunes a sus respectivas oficinas, lo que despertó sospechas, dada la obsesión con el espionaje que existe en todos los centros oficiales de Bonn desde que se desencadenó la serie de escándalos de este verano.La Cancillería federal y la Fundación Naumann recibieron ayer, por medio de un abogado de Berlín Oriental, sendas cartas de los Willner anunciando su decisión de refugiarse en la RDA.

Herbert Adolf Willner explicaba en su carta que su huida se debe al "temor a ser detenido por un delito contra la seguridad de la RFA". La Fiscalía federal ordenó ayer la apertura de un sumario contra el matrimonio Willner por "supuestas actividades en favor de servicios secretos extranjeros".

La Fiscalía ha hecho pública la sospecha de que la huida de los Willner se deba directamente a las revelaciones hechas en la RDA por Tiedge. El departamento de contraespionaje de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, dirigido por Tiedge hasta su huida a Berlín-Este, había llevado a cabo investigaciones en la Fundación Naumann para detectar a un agente oriental, y sobre la señora Willner también habían recaído ya sospechas.

Al tener conocimiento de que los servicios secretos estaban tras Willner, el servicio de seguridad del Estado de la RDA, el célebre Stasi, pudo recomendar a los Willner que no regresaran a la RFA y se dirigieran directamente desde España a Berlín Este.

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El matrimonio había partido el pasado día 12 de agosto hacia España, donde acostumbraban a pasar todos los años sus vacaciones de verano. Los vecinos los vieron partir "con su nuevo coche Ranger Rover recién comprado" y su equipo de submarinismo, deporte al que eran muy aficionados. La policía alemana

no ha especificado en qué localidad permanecieron durante su estancia en España. Fuentes de la Fundación Naumann señalaron ayer que había estado en un centro de submarinismo en la Costa Brava. Hace 10 días, los Willner manifestaron en su hotel

que se proponían hacer -una excursión para pasar el día en Andorra. Desde entonces no hanvuelto a ser vistos.

A lo largo de la tarde de ayer se fue consolidando la impresión de que el nuevo caso de espionaje reviste mayor gravedad de la que los medios gubernamentales quieren concederle. Herta Astrid Willner, de 45 años, trabajaba desde 1973 como secretaria del jefe de sección para asuntos internos, política-social y planificación de la Cancillería. Un portavoz del Gobierno se apresuró a desmentir informaciones según las cuales la señora Willner tenía acceso a documentos del programa de cooperación tecnológica europea Eureka y del proyecto norteamericano de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI).

Su marido, de 59 años había sido miembro de los cuerpos de elite nazis Waffen SS durante la II Guerra Mundial. Capturado por los soviéticos, fue prisionero de guerra hasta 1949. Puesto en libertad, se trasladó a la RDA, donde estudió periodismo e ingresó en el Partido Socialista Unificado del que fue expulsado por su pasado nazi, pero readmitido posteriormente. En 1961 emigró a la RFA, donde ingresó en el Partido Liberal y trabajó en su sede central en Bonn. De allí pasó a la Fundación Naumann, dependiente del partido, como funcionario. En la fundación, donde su pasado como nazi era conocido -no así su militancia en el partido único de la RDA-, Willner trabajó desde 1979, y era considerado por sus compañeros como un funcionario riguroso y correcto.

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