La moda del cometa Halley se apodera de Estados Unidos

Cuando el cometa Halley cruzó por última vez los cielos, en la primavera de 1910, alguna gente estaba tan aterrada por los supuestos gases venenosos que arrastraba en su cola, que se encerró en sus casas, cerrando puertas y ventanas. Los más valientes lucían cintas en sus sombreros con la imagen del cometa y abarrotaban las fiestas que, con motivo de la llegada del cometa, se celebraban en la azotea del viejo Waldorf Astoria.Ahora, cuando el cometa Halley se dispone a aparecer en el horizonte el próximo mes de noviembre, la fiebre del Halley está de nuevo en pleno apogeo. Según el último recue...

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Cuando el cometa Halley cruzó por última vez los cielos, en la primavera de 1910, alguna gente estaba tan aterrada por los supuestos gases venenosos que arrastraba en su cola, que se encerró en sus casas, cerrando puertas y ventanas. Los más valientes lucían cintas en sus sombreros con la imagen del cometa y abarrotaban las fiestas que, con motivo de la llegada del cometa, se celebraban en la azotea del viejo Waldorf Astoria.Ahora, cuando el cometa Halley se dispone a aparecer en el horizonte el próximo mes de noviembre, la fiebre del Halley está de nuevo en pleno apogeo. Según el último recuento, 80 compañías venden en Estados Unidos decenas de millares de objetos relacionados con el cometa errante.Esta industria distribuye diariamente monedas, medallas, bolsas de viaje, posters, lapiceros, bisutería y caramelos con forma de cometa y sabor a yogur. Más de cuarenta libros sobre el cometa buscan la atención del lector. Los consumidores pueden elegir además entre camisetas Halley con frases impresas tales como: Soy como el cometa Halley: una experiencia única en la vida, o para niños: Cometa Halley, 1986; lo veré también en el año 2061. Si las previsiones de los empresarios más avispados son correctas, los ingresos de la indusria montada en torno a Halley podrían alcanzar los 500 millones de dólares en 1986 (unos 82.000 millones de pesetas). Según Owen Ryan, presidente de la compañía General Comet, de Nueva York, la llegada del Halley es "la versión sideral de las Olimpiadas". La compañía General Comet, que ha registrado un logotipo de¡ cometa, ha vendido sus derechos a una docena de empresas, que lo comercializan en productos tan dispares como zapatos deportivos o cocteleras.

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Los beneficios que genera la cometamanía no se limitan a la venta de productos triviales., Las ventas de telescopios han aumentado casi un 50% durante el año pasado, en un auge inusitado de nuevos astrónomos capaces de pagar desde 100 (16.500 pesetas) a 8.500 dólares por cada instrumento.

Oferta de excursiones

Pero el equipo más refinado de los aficionados que vivan en el hemisferio norte no podrá competir con la visión del cometa desde latitudes del Sur. A aquellos que quieran verlo más de cerca, las agencias de viaje ofrecen todo un paquete de excursiones Halley a puntos tan distantes como Arequipa, Perú, Botswana, África, el Amazonas o Sydney, Australia, a precios que oscilan entre los 1. 100 dólares a 29.000 dólares. Algunos de estos viajes tendrán guías muy especiales, como el crucero que organiza la Royal Viking Line con el científico Carl Sagan para el 26 de marzo. Todo el pasaje está vendido desde hace seis meses.

Los científicos están convencidos de que la obsesión del cometa puede defraudar a más de uno. Cuando se acerque al punto más cercano a la Tierra, el próximo mes de marzo, el cometa estará a 40 millones de millas de distancia. Los científicos no pueden predecir la luminosidad con que se verá desde la Tierra. "Con todo el ruido que se está haciendo en torno al cometa, la gente cree que va a contemplar una aparición que aterrorizará a los perros y a las ancianas. Y desde luego eso no va a ocurrir", señala un portavoz de la NASA.

Los astrónomos no están interesados por la visión que se tendrá desde la Tierra del cometa, sino por las misiones de las cinco sondas espaciales lanzadas por Francia, Unión Soviética y Japón. La sonda europea llegará a estar a 300 millas del núcleo del cometa.

El transbordador espacial norteamericano iniciará el próximo mes de marzo una misión dedicada exclusivamente al cometa Halley. Un conjunto importante de cámaras, telescopios y espectómetros de masa analizará al cometa desde una distancia que oscilará entre los 30 y 70 millones de millas, e intentará desvelar los secretos del corazón de hielo del cometa, que pueden tener claves sobre el origen de la Tierra.

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