Reserva oficial sobre la evaluación de la 'herencia Miró'

El ministro de Cultura, Javier Solana, prefirió no decir ayer -en su presentación a la Prensa, en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC)- la evaluación de las obras de Joan Miró, 24 óleos y 203 grabados, entregadas al Estado por la familia del pintor en pago de los derechos de sucesión, en una negociación aún no cerrada. "Es un dato privado de la familia", dijo Solana, y afirmó que no se han dado a los Miró contrapartidas no previstas.Según una fuente próxima al ministro, el precio de cada uno de los cuadros oscilaría en España entre 15 y 40 millones de pesetas, a precio de taller, sin ...

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El ministro de Cultura, Javier Solana, prefirió no decir ayer -en su presentación a la Prensa, en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC)- la evaluación de las obras de Joan Miró, 24 óleos y 203 grabados, entregadas al Estado por la familia del pintor en pago de los derechos de sucesión, en una negociación aún no cerrada. "Es un dato privado de la familia", dijo Solana, y afirmó que no se han dado a los Miró contrapartidas no previstas.Según una fuente próxima al ministro, el precio de cada uno de los cuadros oscilaría en España entre 15 y 40 millones de pesetas, a precio de taller, sin intermediarios, y teniendo en cuenta que en España no han sido subastadas obras de Miró de esta categoría. Es impredecible su precio en el exterior.

Es la primera vez que en España se pagan derechos de sucesión con obras de arte, al amparo de lo previsto en la nueva ley de Patrimonio Histórico, aprobada el mes pasado. Ayer sólo fueron presentados los 24 óleos, pues los grabados se encuentran de camino a Madrid por carretera. Solana se hizo cargo de las obras el martes, en Mallorca.

Ana Beristáin y María José Salazar, conservadoras del MEAC que realizaron una de las tres valoraciones de la herencia Miró -compuesta por unas 200 pinturas y 2.000 grabados-, subrayaron, al igual que Solana, que en la elección no hubo regateos con la familia, ya que Pilar Juncosa, viuda de Miró, es la primera interesada en que el Estado conserve buenas piezas del pintor. Éste, al contrario de Picasso, no era muy aficionado a guardar cuadros. Fueron elegidos todos los posibles de primeras épocas, como una Cabeza de hombre, de 1935, de un estilo abstracto atípico en la obra mironiana, o un Retrato de 1938, en el que los ojos son de color naranja y verde. "El conjunto revela a un artista versátil y profundo en sus concepciones", dijo una de las conservadoras.

No está decidido el destino de estas obras, que en otoño serán expuestas en el MEAC.

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