Ecuador deniega la extradición de un procesado en el sumario de la colza

JOSÉ YOLDI La Corte Suprema de Ecuador ha denegado la extradición de Ignacio Baixeras, procesado y declarado en rebeldía en el sumario del síndrome tóxico, según confirmaron ayer fuentes judiciales.

Las mismas fuentes precisaron que el magistrado encargado del caso, Alfonso Barcala, está estudiando las posibilidades que puedan existir para que Baixeras sea entregado a la justicia española, aunque después de la negativa de la Corte Suprema de Ecuador, éstas son escasas.

La petición de extradición fue realizada al tener conocimiento de que el fugitivo se encontraba en Ecuador. Los ...

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JOSÉ YOLDI La Corte Suprema de Ecuador ha denegado la extradición de Ignacio Baixeras, procesado y declarado en rebeldía en el sumario del síndrome tóxico, según confirmaron ayer fuentes judiciales.

Las mismas fuentes precisaron que el magistrado encargado del caso, Alfonso Barcala, está estudiando las posibilidades que puedan existir para que Baixeras sea entregado a la justicia española, aunque después de la negativa de la Corte Suprema de Ecuador, éstas son escasas.

La petición de extradición fue realizada al tener conocimiento de que el fugitivo se encontraba en Ecuador. Los medios de comunicación conocieron en su momento la decisión del juez de solicitar la extradición, aunque accedieron a colaborar con la justicia silenciando la noticia, para que Baixeras no pudiera huir de nuevo.

Baixeras, de 57 años, era gerente y uno de los propietarios de la empresa Lípidos Ibéricos. En marzo de 1982 fue procesado junto con Miguel Par y otros seis implicados por un delito contra la salud pública en el sumario del síndrome tóxico. Al tener conocimiento de que había sido procesado y ordenado su ingreso en prisión, Baixeras huyó de su domicilio de Barcelona. Este año fue localizado en Ecuador, país al que se solicitó la extradición.

Lípidos Ibéricos vendió seis cisternas que contenían 132 toneladas de aceite con anilinas y aminas aromáticas a José Antonio Pastor, propietario de la empresa aceitera JAP, de Badajoz. También importó más de tres millones de kilos de aceite de colza comestible de contrabando, a través del puerto de Barcelona. Miguel Par fue condenado por este último hecho a tresaños de cárcel y multa de 78 millones de pesetas.

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