Crítica:'ROCK'

De Gruppo a Siniestro

Llovió en algunos momentos de la segunda jornada rockera de recitales gratuitos y especialmente en la actuación de Objetivo Birmania. Tapones Visente, duros y rápidos, ofrecieron un sonido preciso de rock avivado por la guitarra de Pulgarzito, notable en adornos y coros peculiares, y por la batería del excelente Tino di Geraldo.Los holandeses Gruppo Sportivo cambiaron su turno en la programación con Siniestro Total. La alegría de su repertorio y su hacer profesional convencieron a los asistentes. Tocaron 24 de los 27 temas de su programa habitual, basado en canciones difer...

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Llovió en algunos momentos de la segunda jornada rockera de recitales gratuitos y especialmente en la actuación de Objetivo Birmania. Tapones Visente, duros y rápidos, ofrecieron un sonido preciso de rock avivado por la guitarra de Pulgarzito, notable en adornos y coros peculiares, y por la batería del excelente Tino di Geraldo.Los holandeses Gruppo Sportivo cambiaron su turno en la programación con Siniestro Total. La alegría de su repertorio y su hacer profesional convencieron a los asistentes. Tocaron 24 de los 27 temas de su programa habitual, basado en canciones diferentes de soul, reggae, ska, un y rock and roll.

El espectáculo funky de Objetivo Birmania, dirigido a los ojos más que a los oídos del público, sufrió la lluvia como hace un año en el mismo escenario. Pocas bandas pueden sonar en directo con la nitidez y perfección de este septeto, ayudado en esta ocasión por un trío de viento; pero sus canciones no parecen aguantar el paso de unos meses. Temas como No te aguanto más, Desidia o Chico tímido han agotado el gusto y los espectadores pitaban y reclamaban la presencia de las ingenuas y bellas mozas.

Conciertos de San Isidro

Actuación de Tapones Visente, Gruppo Sportivo, Objetivo Birmania y Siniestro Total. Paseo de Camoens. Madrid, 12 de mayo.

A Siniestro Total le sucede lo contrario que a cualquier otro grupo nacional. No cantan ni tocan ni suenan como mandan las normas de la afinación, pero gritan, provocan y aporrean sus instrumentos con sarcasmo furioso y gracia de su tierra: "No somos homosexuales, somos de Monforte", o "Hey, hey, Vigo", etcétera. Los más cercanos al escenario botaron y corearon un tema tras otro.

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