Cultura ofrece a Campos Borrego el cargo de superintendente del teatro de la Zarzuela

La próxima finalización de¡ contrato de Benito Lauret como director musical del teatro de la Zarzuela, a mediados del próximo mes de junio, plantea el inicio de una nueva etapa del primer coliseo madrileño. El Ministerio de Cultura ha ofrecido a José Antonio Campos Borrego, actual subdirector general de Música, el nuevo cargo de superintendente (responsable principal) del teatro de la Zarzuela, según informaron fuentes de esta entidad. Ni uno ni otro confirmaron estos extremos. Por otra parte, el músico asturiano Víctor Pablo Pérez ha rechazado el ofrecimiento que se le ha hecho para ser el di...

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La próxima finalización de¡ contrato de Benito Lauret como director musical del teatro de la Zarzuela, a mediados del próximo mes de junio, plantea el inicio de una nueva etapa del primer coliseo madrileño. El Ministerio de Cultura ha ofrecido a José Antonio Campos Borrego, actual subdirector general de Música, el nuevo cargo de superintendente (responsable principal) del teatro de la Zarzuela, según informaron fuentes de esta entidad. Ni uno ni otro confirmaron estos extremos. Por otra parte, el músico asturiano Víctor Pablo Pérez ha rechazado el ofrecimiento que se le ha hecho para ser el director musical del mencionado teatro.

El próximo mes de junio vencerá el contrato que liga a Benito Lauret con el Teatro de la Zarzuela, en calidad de director , desde la primavera de 1983, fecha en que fue nombrado por la actual Dirección General de Música, junto con José Luis Alonso como director artístico. Las primeras producciones que el nuevo equipo presentó fueron La verbena de la Paloma y Gloria y peluca.

Esta etapa, en la que se han ampliado y estructurado los espectáculos en tres bloques (zarzuela, ballet y ópera) y últimamente incluso mejorado el nivel de dirección y orquesta, ha venido acompañada permanentemente por una fuerte crítica a la gestión de Benito Lauret, que se inició a raíz de un comentario suyo de presentación a un Rigoletto en las notas al programa de mano, que fue criticado. Aquellas representaciones hicieron bajar en muchos puntos la calidad que mantenía el teatro en sus producciones operísticas y el público abonado no perdonó este empeoramiento a base de favorecer la zarzuela. Lauret fue acusado de inexperiencia, y éste, que la aceptó públicamente, desde entonces se aisló. El aislamiento y la inexperiencia le llevaron también a enfrentarse a varios agentes artísticos, por lo que en muchos casos hubo de recurrirse a repartos fuera de toda idoneidad, que provocaron el rechazo de público y crítica. Los errores en la programación, la falta de evolución en las estructuras internas del teatro, así como la poca aceptación pública de Lauret, casi le obligaron a presentar la dimisión al concluirse la pasada temporada.

Inestabilidad

Los rumores han sido frecuentes desde entonces, y de hecho hoy impera una sensación de inestabilidad dentro del personal del teatro que no parece beneficiar a su normal funcionamiento. De hecho, se llegó a temer la suspensión de la actual temporada a raíz de los problemas que se presentaron entre Francisco Nieva y Renato Bruson en la función de inauguración de I due Foscari. Desde hace un mes los rumores se han acrecentado, y algunos de ellos, debidamente contrastados, vienen a indicar una decisión clara de la Dirección General de Música de emprender una nueva etapa en la Zarzuela que posibilite un encauzamiento de su organización hasta la que deberá ser la del Teatro Real cuando quede definitivamente reconvertido en teatro de ópera.

Aunque no hay ninguna comunicación oficial y la Dirección General de Música no desee efectuarla hasta que venza el contrato de Lauret, a quien ayer no fue posible localizar, todo parece apuntar que no le será renovado. La renovación hubiera debido producirse a mediados de junio, entre las representaciones de Andrea Chenier, que dirigirá Lauret, y la creación de una superintendencia. Para este puesto es prácticamente seguro que sea nombrado José Antonio Campos Borrego, actual subdirector general de Música y hombre muy ligado a los ambientes artísticos desde diversas responsabilídades, quien está dedicando una buena parte de su tiempo a estudiar el funcionamiento del Teatro de la Zarzuela en su propia sede y a coordinar la próxima temporada.

Por otra parte, Víctor Pablo Pérez, a quien propusieron recientemente la dirección del Teatro de la Zarzuela y de la futura Ópera Nacional de España, firmó el pasado lunes un nuevo contrato con la Orquesta Sinfónica de Asturias, dependiente de la Fundación Pública Centro Regional de Bellas Artes, y por lo tanto ha rechazado aquella oferta, informa Miguel Somovilla. Este acuerdo tendrá vigencia hasta la primavera de 1987.

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