El pintor Antoni Tàpies quiere instalar su fundación en un edificio modernista de Barcelona

El pintor catalán Antoni Tàpies desea establecer una fundación de arte contemporáneo que llevará su nombre en uno de los más viejos edificios modernistas de Barcelona, la antigua sede de la Editorial Montaner y Simón, en el número 225 de la calle de Aragón. Este inmueble fue la primera obra del arquitecto modernista catalán Lluís Doménech i Montaner, y está a punto de ser declarado monumento histórico por la Generalitat de Cataluña. La Fundación Tàpies tendrá carácter privado y estará dedicada a las actividades culturales y a estudios artísticos.El pintor Antoni Tàpies acaricia desde hace much...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El pintor catalán Antoni Tàpies desea establecer una fundación de arte contemporáneo que llevará su nombre en uno de los más viejos edificios modernistas de Barcelona, la antigua sede de la Editorial Montaner y Simón, en el número 225 de la calle de Aragón. Este inmueble fue la primera obra del arquitecto modernista catalán Lluís Doménech i Montaner, y está a punto de ser declarado monumento histórico por la Generalitat de Cataluña. La Fundación Tàpies tendrá carácter privado y estará dedicada a las actividades culturales y a estudios artísticos.El pintor Antoni Tàpies acaricia desde hace mucho tiempo el proyecto de crear en Barcelona una fundación artística con su nombre. Dicha fundación estaría dedicada a realizar todo tipo de actividades culturales relacionadas con el arte contemporáneo, desde exposiciones y actos culturales hasta la realización de estudios y actividades experimentales.

El edificio -que se encuentra actualmente en un cierto estado de semiabandono- no ha sido aún adquirido por la Fundación Tàpies, que está a punto de constituirse públicamente como entidad. "Por el momento", dijo una persona próxima al pintor, "se trata de un deseo que a Tàpies le gustaría se hiciera realidad".

Pese a que la fundación tendrá un carácter estrictamente privado, ya que será financiada y gestionada por el pintor y su familia, el Ayuntamiento de Barcelona ha mostrado interés en contribuir -aunque no econórnicamente- a la iniciativa. Las manifestaciones hechas en Madrid por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que incluyó la Fundación Tàpies entre las iniciativas culturales barcelonesas para el próxinio futuro, así parecen indicarlo.

El expediente de declaración del edificio como monumento histórico artístico está ya ultimado y pendiente de su aprobación por la Generalitat, que es la sustitución actualmente competente en esta materia. Como resultado de la quiebra económica y liquidación de bienes de la Editorial Montaner y Simón, antigua propietaria del edificio, esta casa es, desde hace años, propiedad de un industrial papelero de San Sebastián.

En anteriores ocasiones -por ejemplo, a raíz de la quiebra de la editorial-, se llegó a plantear la expropiación del edificio por parte del Ayuntamiento die Barcelona, para dedicarlo a finalidades cívicas. En el caso actual, dado que se trata de una iniciativa privada, el Ayuntamiento de Barcelona no puede intervenir, aunque una fuente municipal censultada por este diario comentó que "si el edificio se destina a una actividad cultural y cívica tan importante como sería la Fundación Tàpies, el Ayuntamiento de Barcelona no tendrá nada que objetar, pero el edificio en sí es bastante intocable y si los actuales propietarios trataran de derribarlo, reformarlo o venderlo a alguien con esas intenciones, supongo que sí se impondría alguna clase de intervención".

Iniciativas culturales

La idea de establecer la Fundación Tàpies en la antigua sede de la Editorial Montaner y Simón se le ocurrió al pintor dadas las especiales circunstancias históricas y de ubicación del edificio. La casa Montaner y Simón, situada en la calle de Aragón, entre el paseo de Gràcia y la rambla de Catalunya, es una de las primeras construcciones industriales de Cataluña, y la primera realizada según los cánones de la arquitectura modernista. Fue, además, la primera obra de envergadura realizada por Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales exponentes del modernismo arquitectónico catalán.

Las intenciones de Tàpies respecto a la creación de una fundación fueron desveladas públicamente el lunes por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, quien, en el curso de una conversación con representantes de la Prensa, después de su conferencia en el Club Siglo XXI, de Madrid, anunció varias iniciativas culturales para Barcelona en el próximo futuro. Maragall dijo: "El submarino se mueve", refiriéndose a que Barcelona "no es un transatlántico que se hunda, como el Titanic, sino un submarino". Maragall se refirió al futuro Museo de Arte Contemporáneo de Cataluña, en el que participará el arquitecto Richard Meier, como la 'salvación' del Palacio Nacional de Montjuïc, a cargo de la arquitecta italiana Gae Aulenti y ala construcción de instalaciones para los Juegos Olímpicos de 1992, para cuya organización es candidata Barcelona.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En