La negociación de España con la CEE sufre un grave retraso

La incapacidad mostrada los tres últimos días por los países comunitarios para elaborar una postura conjunta de negociación con España ha originado el aplazamiento, hasta después de la cumbre de Dublín, de los principales capítulos que aún debe cerrar nuestro país para su ingreso en el Mercado Común. Ello supone un grave retraso en el calendario previsto, a pesar de lo cual el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, subrayó ayer que no se harán "operaciones de saldos por cumplir las fechas; mantendremos una posición firme".

La cita de los jefes de Estado y de Gobierno de los...

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La incapacidad mostrada los tres últimos días por los países comunitarios para elaborar una postura conjunta de negociación con España ha originado el aplazamiento, hasta después de la cumbre de Dublín, de los principales capítulos que aún debe cerrar nuestro país para su ingreso en el Mercado Común. Ello supone un grave retraso en el calendario previsto, a pesar de lo cual el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, subrayó ayer que no se harán "operaciones de saldos por cumplir las fechas; mantendremos una posición firme".

La cita de los jefes de Estado y de Gobierno de los diez en la capital irlandesa se configura de este modo como crucial. Buena prueba de ello es que el propio presidente en ejercicio de la CEE, Garrett Fitzgerald, emprendió ayer una gira por las principales capitales comunitarias (Bonn, París y Roma) para intentar desbloquear la situación. Está prevista, de cualquier forma, una nueva sesión negociadora con España los próximos 17 y 18 de diciembre.Sin embargo, los ministros comunitarios estuvieron ayer a punto de conseguir un acuerdo en materia de desarme arancelario para la industria -con la oposición del Reino Unido- que presentar a España. Ese desarme arancelario se realizaría en un período de siete años, más lento al principio que al final, como deseaban los negociadores españoles. En los tres primeros años tras la adhesión se produciría la reducción del 50% de los aranceles españoles. Pero los demás capítulos espinosos, como pesca, agricultura, vino, instituciones y asuntos sociales, quedan aún pendientes de resolución.

Durante toda la jornada de ayer, el ambiente fue de bastante confusión, con los diez saltando de un tema a otro en sesiones superrestringidas antes de reunirse -cuando sólo quedaban dos ministros por parte comunitaria- en sesión formal con España. Las divergencias entre los Estados miembros continúan tanto en lo referente a la reforma del mercado vinícola como en el de la pesca. Además, en la discusión del capítulo agrícola, Francia logró imponer a los demás Estados comunitarios controles especiales para las exportaciones de todas las frutas y hortalizas españolas hacia la CEE, y una cláusula por la cual estas exportaciones podrían interrumpirse en 24 horas por razones de grave desorden público. Morán se entrevistó con el ministro de Exteriores irlandés, Peter Barry; con su homólogo de la RFA, Hans-Dietrich Genscher, y con el próximo presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.

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