El grupo guerrillero Misurasata admite un posible alto el fuego con los sandinistas

Uno de los líderes insurgentes de Nicaragua, Brooklyn Rivera, que dirige la organización armada Misurasata (misquitos, sumos y ramas), ha admitido la posibilidad de firmar un alto el fuego con el Gobierno sandinista sobre la base de que éste reconozca un territorio y una autonomía política a los pueblos indígenas de la costa atlántica, de forma que puedan gobernarse por sus propias leyes.El dirigente guerrillero entró el sábado al país bajo garantías del Gobierno, a fin de explorar las posibilidad de una paz estable entre los indígenas y las autoridades de Managua. Es este el primer esfuerzo d...

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Uno de los líderes insurgentes de Nicaragua, Brooklyn Rivera, que dirige la organización armada Misurasata (misquitos, sumos y ramas), ha admitido la posibilidad de firmar un alto el fuego con el Gobierno sandinista sobre la base de que éste reconozca un territorio y una autonomía política a los pueblos indígenas de la costa atlántica, de forma que puedan gobernarse por sus propias leyes.El dirigente guerrillero entró el sábado al país bajo garantías del Gobierno, a fin de explorar las posibilidad de una paz estable entre los indígenas y las autoridades de Managua. Es este el primer esfuerzo de diálogo que llevan a cabo los sandinistas con uno de los grupos alzados en armas.

Rivera fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Educación, Fernando Cardenal, a quien el Gobierno ha encargado de estas conversaciones. Acompañaban al dirigente misquito un diplomático francés acreditado en Costa Rica, un cacique de la tribu rama, un asistente del senador Edward Kennedy, un miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y dos norteamericanos que trabajan en organizaciones indigenistas.

Al mediodía del sábado sostuvo una entrevista de dos horas con los comandantes Daniel Ortega y Luis Carrión, que fue calificada de muy cordial por el ministro de Educación. Éste dijo que no habían surgido contradicciones fundamentales. "Hay problemas", añadió, "pero tanto Rivera como el Gobierno están dispuestos a solucionarlos".

Fernando Cardenal manifestó que el regreso de Rivera, después de tres años de exilio, "es muy importante para la unidad y la paz del país". El líder misquito dijo que había regresado por iniciativa propia, ante las garantías que le ofreció el Gobierno. Negó que hubiera recibido amenazas de muerte por parte de dirigentes de la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE), a la que pertenece su grupo, "aunque muchas fuerzas que operan en la región no están muy contentas con esto".

Calificó su viaje de humanitario, más que político, y descartó que el principal beneficiario vaya a ser el Gobierno; hizo hincapié en que él sólo busca reunificar a su pueblo, que, en número superior a 20.000 personas, se ha visto obligado a refugiarse en Honduras y Costa Rica. No quiso especificar cuántos hombres tiene en armas su organización, ya que viene en son de paz. En este sentido, dijo que Ray Hooker y Patricia Delgado, dos sandinistas secuestrados por Misurasata, se encuentran bien y a punto de ser entregados a la Cruz Roja Intemacional. El primero de ellos es candidato a la Asamblea por el Frente Sandinista.

Rivera reconoció que desde finales del año pasado ha habido algunos cambios positivos en la costa atlántica, pero más de forma que de fondo. Después de rechazar el sistema de asentamientos forzosos, que, a su juicio, contribuye al genocidio cultural de su pueblo, señaló que es la revolución la que debe adaptarse a los indígenas y no al revés.

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A partir de hoy, Brooklyn Rivera realizará una gira de 10 días por la costa atlántica a fin de calibrar la situación real en la que viven los misquitos, sumos y ramas.

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