BARCELONA

Buena tarde de Paco Ojeda

La tarde fue de Paco Ojeda y cierto es que en varias ocasiones toreó con gran calidad. A su primero le instrumentó cuatro verónicas que encendieron los tendidos y después iba a ser una buena faena de muleta, sobre todo con la mano derecha, la que le situaría en calidad por encima de las condiciones del toro. Pero iban a ser tres naturales al quinto los que iban a tener ligazón, duende y empaque. A media distancia citaba Ojeda adelantando la pierna y tras provocar la embestida cargaba la suerte. Estos tres pases fueron lo mejor de la tarde.De Emilio Muñoz es mejor olvidarse; no sólo no supo sac...

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La tarde fue de Paco Ojeda y cierto es que en varias ocasiones toreó con gran calidad. A su primero le instrumentó cuatro verónicas que encendieron los tendidos y después iba a ser una buena faena de muleta, sobre todo con la mano derecha, la que le situaría en calidad por encima de las condiciones del toro. Pero iban a ser tres naturales al quinto los que iban a tener ligazón, duende y empaque. A media distancia citaba Ojeda adelantando la pierna y tras provocar la embestida cargaba la suerte. Estos tres pases fueron lo mejor de la tarde.De Emilio Muñoz es mejor olvidarse; no sólo no supo sacarse la espina que tenía con la afición catalana: tampoco pudo con lo que tenía delante.

Plaza de Barcelona

1 de julio. Tres cuartos de entrada.Cinco toros de El Torero y sexto de Gabriel Hernández. Gordos, cómodos de cabeza,flojos y bravos. Emilio Muñoz. Dos pinchazos y media estocada baja (pitos). Media atravesa y tres descabellos (pitos). Paco Ojeda. Pinchazo y estocada caida (oreja). Estocada desprendida y descabello (una oreja). Espartaco. Media y estocada desprendida (oreja). Pinchazo y media baja (palmas).

El primero de Espartaco fue el mejor toro de la corrida. Era todo nobleza y, además, acudía al engaño con suavidad. Con este astado hizo una buena faena el diestro de Espartinas, muy en su estilo, pero no carente de verdad y calidad. Con el que cerraba plaza nada pudo hacer porque se partió un pitón y el público protestó llenando el ruedo de almohadillas.

Incalificable la actuación de un gran sector del público cuando, autodenominándose aficionados, arrojaron unas almohadillas de las que hace un par de años mandaron al torero José Fuentes a una cama y le mantuvieron postrado durante casi un año. No es la mejor manera de protestar el almohadillazo. Ayer, un gran sector del respetable no lo fue y, afortunadamente, todo acabó sin la desgracia que en ocasiones se presentía.

Se soltó al sexto toro de la tarde y éste, en el primer derrote que hizo en tablas, se partió por1a mitad el cuerno izquierdo; a partir de aquí ya se comenzó a solicitar el cambio de astado por parte del público y tan ruidosa y equivocada petición, tal y como la contempla el actual reglamento taurino, no se' iba a satisfacer.

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