Vertidos radiactivos en Madrid

La pasada semana, prácticamente toda la Prensa de Madrid se ha hecho eco de un vertido de líquidos radiactivos en las aguas del río Manzanares, realizado por accidente o descuido desde las instalaciones de la JEN (Junta de Energía Nuclear), en la Ciudad Universitaria. No pretendo ahora entrar en una valoración de las consecuencias, aparentemente irrelevantes, de ese vertido. El objetivo de esta carta es tratar otros dos puntos que me parecen mucho más importantes.El primero es la necesidad de dar al pueblo de madrileño información sobre la posible contaminación radiactiva de las aguas subterrá...

La pasada semana, prácticamente toda la Prensa de Madrid se ha hecho eco de un vertido de líquidos radiactivos en las aguas del río Manzanares, realizado por accidente o descuido desde las instalaciones de la JEN (Junta de Energía Nuclear), en la Ciudad Universitaria. No pretendo ahora entrar en una valoración de las consecuencias, aparentemente irrelevantes, de ese vertido. El objetivo de esta carta es tratar otros dos puntos que me parecen mucho más importantes.El primero es la necesidad de dar al pueblo de madrileño información sobre la posible contaminación radiactiva de las aguas subterráneas de Madrid ocasionada desde las mencionadas instalaciones de la JEN. No hay que olvidar que en esa zona hay no pocas viviendas particulares, urbanizaciones, clubes e industrias que utilizan esas aguas subterráneas. Incluso el ayuntamiento tiene unos pozos en los Viveros de la Villa, que si los hubiera utilizado para aumentar el caudal del río Manzanres, los vecinos de esa zona no habrían padecido ni los mosquitos ni los malos olores del pasado verano.

El segundo punto es la conveniencia de que esa información pública no se limite a que los técnicos de la JEN informen a los técnicos del Ayuntamiento de Madrid. Esa actitud, en mi opinión, es simple y llanamente despotismo ilustrado, es decir, todo por el pueblo, pero sin el pueblo. El asunto parece suficientemente importante como para que, cuanto antes, la JEN y/o el ayuntamiento, o, en su defecto, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) convoquen un coloquio público al que sean invitados, al menos, los grupos sociales de profesionales relacionados con el tema, por ejemplo: los colegios de geólogos, deingenieros de cáminos y de minas, el Instituto de Ingeniería de España, los catedráticos de materias afines de la Universidad de Madrid, etcétera. Obviamente, antes de ese coloquio la JEN, el Ayuntamiento de Madrid y el CSN deberían poner a disposición de esos grupos sociales los informes científicos y técnicos que tengan sobre el problema.

Pienso que ese modo de actuar confirmaría que es real el interés por el medio ambiente y por la seguridad nuclear prometido en la campaña electoral del PSOE. /

Catedrático de Geología.