LA URSS NO PARTICIPARÁ EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LOS ÁNGELES

Estados Unidos rechaza las acusaciones sovieticas

La Administración norteamericana del presidente Ronald Reagan rechazó "categóricamente" las acusaciones de la Unión Soviética -falta de seguridad-, sobre las que argumenta la necesidad de no participar en los Juegos Olímpicos de Los Angeles (California) del próximo 28 de julio al 12 de agosto. "Los Juegos Olímpicos seguirán adelante", dijo, por su parte, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, al término de la conversación celebrada ayer en la Casa Blanca con el presidente de EE UU, Ronald Reagan.

Samaranch, que fue acompañado del director del comité organi...

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La Administración norteamericana del presidente Ronald Reagan rechazó "categóricamente" las acusaciones de la Unión Soviética -falta de seguridad-, sobre las que argumenta la necesidad de no participar en los Juegos Olímpicos de Los Angeles (California) del próximo 28 de julio al 12 de agosto. "Los Juegos Olímpicos seguirán adelante", dijo, por su parte, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, al término de la conversación celebrada ayer en la Casa Blanca con el presidente de EE UU, Ronald Reagan.

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Samaranch, que fue acompañado del director del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, el norteamericano Peter Ueberroth, no excluyó un próximo viaje a Moscú. A preguntas de EL PAÍS, esquivó todo comentario sobre si era o no portador de una misión de mediación encargada por el presidente Reagan. ¿Cree que los soviéticos pueden dar marcha atrás? "En la vida todo es posible", comentó Samaranch, visiblemente contrariado por la decisión de Moscú."El presidente Reagan", añadió Samaranch, "ha repetido que todos los atletas y oficiales de todas las delegaciones participantes serán bien recibidos en Los Ángeles y que la seguridad está garantizada". El tema de la seguridad, al menos oficialmente, es el motivo antepuesto por la Unión Soviética para retirarse de los próximos Juegos Olímpicos. Sin embargo, a nadie escapa el contenido político de la acción, en un momento de tensión por motivos de interrupción de negociaciones sobre el control de armas nucleares, aplazamiento de todo encuentro en la cumbre entre los dirigentes de Washington y Moscú y creciente intervención militar de EE UU en Centroamérica.

"Los soviéticos no tienen ningún fundamento para boicotear los Juegos Olímpicos", comentó, por su lado, Peter Ueberroth. "Interpretamos", añadió, "que desean pasar la factura por lo ocurrido en 1980", época en que -la Administración demócrata del presidente James Carter decretó un boicoteo de los atletas estadounidenses en los Juegos Olímpicos de Moscú.

"La diferencia se llama Afganistán"

El argumento de devolver la pelota al boicoteo de EE UU en 1980 fue categóricamente rechazado por el portavoz del Departamento de Estado, John Hughes. "La diferencia", dijo Hughes, "está en algo llamado AÍganistán, razón por la cual Estados Unidos decidió no acudir a los Juegos de Moscú por la extraordinaria brutalidad de los soviéticos en Afganistán, sin que hoy exista aquí ninguna acción comparable por parte de Estados Unidos". El portavoz no hizo, naturalmente, ninguna alusión a, la invasión norteamericana de la isla de Granada, en octubre de 1983, ni al reciente minado de los puertos de Nicaragua por la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Dejando al margen lo político, et único tema oficial de litigio que existía entre EE UU y la URSS a propósito de los JJ OO era el rechazo de Washington para acreditar a uno de los oficiales soviéticos que debían acompañar al equipo olímpico. EE UU rechazó el visado al considerar que la persona era un alto funcionario del KGB o servicios de espionaje soviéticos. "Estados Unidos", agregó el portavoz del Departamento de Estado, "aceptaba conceder el visado a otra persona". Otro de los asuntos en litigio era el temor de que grupos de refugiados soviéticos estimularan la deserción de atletas soviéticos durante los Juegos Olímpicos, acusación también rechazada. Si, finalmente, los Juegos Olímpicos de Los Ángeles quedan amputados de la presencia deportiva soviética -que puede ser imitada: por otros países del Este-, los Juegos Olímpicos quedarán un tanto vacíos del espíritu de competición internacional. "Creo", comentó Peter Ueberroth, "que los soviéticos quieren cobrar el precio de 1980, porque los atletas de la URSS no pudieron competir con los mejores". Peter Ueberroth, claro, se refería a los atletas estadounidenses.

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