Cuestiones candentes de la vida española dominan los debates del encuentro cultural de Salamanca

Los debates de la primera sesión del simposio La cultura española ante el nuevo siglo, que se celebra en Salamanca, comenzaron centrándose en cuestiones concretas. A las ponencias teóricas de las distintas secciones en que se articula el encuentro siguieron discusiones sobre problemas candentes, vivos de la España actual. Así, en la ponencia sobre Política y sociedad se terminó hablando del referéndum sobre la OTAN; en la de Comunicación, de los problemas de la literatura. Las relaciones cultura-Iglesia se adueñaron de dos secciones más, la de Pensamiento y la de Historia.

La experienci...

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Los debates de la primera sesión del simposio La cultura española ante el nuevo siglo, que se celebra en Salamanca, comenzaron centrándose en cuestiones concretas. A las ponencias teóricas de las distintas secciones en que se articula el encuentro siguieron discusiones sobre problemas candentes, vivos de la España actual. Así, en la ponencia sobre Política y sociedad se terminó hablando del referéndum sobre la OTAN; en la de Comunicación, de los problemas de la literatura. Las relaciones cultura-Iglesia se adueñaron de dos secciones más, la de Pensamiento y la de Historia.

La experiencia religiosa puede ser una reserva de esperanza y de actitud crítica para la sociedad en los años próximos, según manifestó ayer José Gómez Caffarena en su intervención, en la que dijo también que los teólogos comienzan a aceptar que la teología no es una disciplina científica, sino metafísica, y que el problema religioso es una experiencia subjetiva, no una cuestión de conocimiento objetivo del mundo. Su co-ponente, el profesor de Psicología de la Personalidad Alfredo Fierro, añadió que algunos aspectos del pensamiento religioso clásico, como la cristología y la angelología, no tienen más fundamento que las teorías actuales sobre los ovnis y los extraterrestres. Este mismo ponente planteó también el fenómeno de la escasa preocupación por los hechos religiosos de la Iglesia, y puso como ejemplo a los expertos participantes en el coloquio que, en todo su viaje a España, el Papa no había expuesto ni una idea estrictamente religiosa.La religión centró también la ponencia de Fernando García de Cortázar, que realizó un análisis histórico de los condicionamientos religiosos de la cultura española de hoy. El historiador se refirió después a la relación religión-cultura en una sociedad moderna, y en su prospectiva de lo que puede ser la Iglesia española en la sociedad actual apuntó que "este esquema teórico puede ser alterado por una actitud restauracionista, involucionista, que puede darse en la Iglesia española por efecto de Juan Pablo II".

La polémica rodeó el planteamiento del futuro de la Iglesia en la discusión posterior a esta ponencia. Parte de los asistentes consideraron que la Iglesia, ante la disminución de la clientela religiosa, tratará de cultivar elites y puede verse abocada a una opusdeización cultivada por Roma. Otros, como el ponente, consideraron que existen opciones adoptadas por la Iglesia que son irreversibles y que la llevan a extender su evangelización y a preocuparse por sectores marginados y en actitudes críticas.

"La Iglesia española esta desorientada", añadió al finalizar el acto García de Cortázar. "Ésta no acaba de encontrar su espacio público en la sociedad moderna democrática, plural, porque a veces cree que está empleando un lenguaje no confesional y la gente ve que es confesional. Quizá por su continua alusión al derecho natural, tan discutible, y porque la Iglesia se erige en intérprete de ese derecho con la posibilidad de ejercer cierta manipulación y espíritu de dominación que tuvo en la época del nacional-catolicismo. Esa especie de intento de monopolio ético, de magisterio enjuiciador de las posturas sociales, puede ser peligroso y contradecir la imagen teórica de la Iglesia en una sociedad moderna".

'Dallas' llega al congreso

La polémica suscitada por la emisión de la serie Dallas en TV-3 llegó ayer a las aulas universitarias en el coloquio sobre Comunicación y manipulación, abierto con las ponencias de José Ferrater Mora y Pep Subirós. Aquél se refirió a las dificultades para delimitar los aspectos comerciales en la televisión, a la alteración comprensible de la escala de valores que produce este medio y, de forma discutible, a la mengua del nivel cultural. Se refirió también a los efectos de la revolución tecnológica, y se mostró contrario a la sustitución del monopolio de la televisión estatal por una televisión plural, monopólica, y a que debía presentarse como alternativa la televisión local.Pep Subirós habló de dos concepciones diferentes de manipulación: como transformación de una realidad en mensaje y como distorsión de la realidad, y basó en los grados de manipulación la validez de la comunicación.

Semiólogos, informadores y estudiosos de los medios de comunicación discutieron después sobre la situación cultural que atraviesa la televisión en las comunidades autónomas, utilizando como ejemplo la proyección de Dallas en TV-3, la televisión autonómica catalana. Javier Martínez Reverte dijo que podía pensar que la política cultural de comunicación del Gobierno central obligue a que las televisiones autonómicas sean competitivas, pero que le parecía especialmente significativo que esa competitividad se haga con entusiasmo y lleve al público catalán a mostrarse orgulloso y a defenderla. Junto a otros aspectos relacionados con la manipulación se suscitaron y quedaron abiertas cuestiones como los efectos de la comercialización de la información, el control de los profesionales y la necesidad de fomentar la crítica y el conocimiento de los medios en la escuela.

Otro asunto que atrajo la atención de los asistentes, en este caso la sección de Política y sociedad, fue el del referéndum de entrada en la OTAN. Ángel Viñas dijo en el coloquio que de acuerdo con la normativa jurídica que debe regir esta consulta, su celebración puede producirse entre abril y julio de 1985. Viñas añadió que la Universidad deberá tomar la iniciativa y plantearse seriamente la creación de foros apropiados para discutir este asunto y para promover una preparación en la opinión pública de los españoles, pero que el plazo para llevar a cabo esta preparación es ya demasiado corto.

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