El Partido Comunista, el Gobierno y el Ejército soviéticos explicarán el lunes su postura sobre los nuevos euromisiles

El partido comunista soviético, el Gobierno y el Ejército de la URSS explicarán su posición sobre la instalación de los nuevos misiles norteamericanos en Europa occidental el próximo lunes, en Moscú, mediante una conferencia de prensa en la que participarán los mismos funcionarios que el pasado septiembre informaron del derribo de un Boeing 747 surcoreano con 269 personas a bordo. Se trata del jefe del Departamento de Información Internacional del Comité Central, Leonid Zamiatine; el jefe del Estado Mayor General del Ejército, mariscal Nikolai Ogarkov, y del primer viceministro de Asuntos Exte...

El partido comunista soviético, el Gobierno y el Ejército de la URSS explicarán su posición sobre la instalación de los nuevos misiles norteamericanos en Europa occidental el próximo lunes, en Moscú, mediante una conferencia de prensa en la que participarán los mismos funcionarios que el pasado septiembre informaron del derribo de un Boeing 747 surcoreano con 269 personas a bordo. Se trata del jefe del Departamento de Información Internacional del Comité Central, Leonid Zamiatine; el jefe del Estado Mayor General del Ejército, mariscal Nikolai Ogarkov, y del primer viceministro de Asuntos Exteriores, Gueorgui Kornienko, según informa France Presse.

Pese al clima de enfriamiento entre el Este y Occidente, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, podrían encontrarse en Estocolmo, en el próximo mes de enero, en la conferencia de desarme que comienza en esta localidad el 17 de ese mes, en el caso de que ésta se celebre a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, como piden algunos de los 35 países participantes. Esta posibilidad fue admitida por colaboradores de Shultz en Washington, según informó The New York Times.Por otra parte, el retraso hasta el 28 de diciembre próximo de la sesión de otoño del Soviet Supremo de la URSS, que tradicionalmente se dedica al presupuesto y al plan económico y se celebra en noviembre, ha dado lugar a nuevas cábalas, en ocasiones contradictorias, sobre la evolución del estado de salud de Yuri Andropov. Fuentes diplomáticas occidentales consultadas por Reuter opinan que la posición de Andropov, que se encuentra oficialmente "resfriado", saldrá debilitada si no comparece en la reunión del Soviet Supremo, ya que, aparentemente, no existen precedentes de una ausencia de este tipo. Tampoco, los había de la no presencia del jefe del PCUS en los actos conmemorativos de la Revolución de Octubre, como ocurrió este año.El retraso permite que el jefe del Estado y del PCUS, Yuri Andropov, gane tiempo para restablecerse, y, en ese sentido, se refuerza la impresión de que su salud es más bien precaria. La demora puede indicar, sin embargo, que se confía en una recuperación de Andropov para esa fecha, pero también que, en último extremo, la reunión va a celebrarse con él o sin él, con objeto de cumplir la Constitución de 1977, según la cual el Soviet Supremo se reúne dos veces por año. La fecha fijada supone una alteración dé la convocatoria inicial, prevista para el 21 de diciembre, según fuentes soviéticas citadas por France Presse.

Mientras tanto, en Bonn, el Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) insiste en que el canciller Helmut Kohl citó e interpretó correctamente la carta que le envió Yuri Andropov, y da a entender que la confusión provocada se debe a las diferencias existentes entre los dirigentes de la URSS, según informa Jose Comas. Tras el fuerte ataque de Pravda, que acusó el jueves a Kohl de tergiversar el texto y de ser un "desvergonzado mentiroso", el portavoz del Gobierno federal, Juergen Sudhoff, devolvió ayer la pelota a Moscú. Sudhoff insinuó que en la URSS existen diferencias, como lo demuestra: el desmentido que hizo el ministro de Defensa, Dimitri Ustinov, hace dos semanas a la propuesta fantasma de Ginebra. El Gobierno federal se niega a publicar la carta de Andropov, lo que aclararía las cosas. A Kohl le interesa minimizar el efecto negativo del estacionamiento de los Pershing 2 en la RFA y quiere insistir en que Moscú está interesado en negociar.