El temor a una invasion favorece el diálogo entre los sandinistas y la oposicion interna

Ante el temor a una eventual invasión estadounidense, el Gobierno sandinista ha iniciado un importante esfuerzo conciliador de cara a la oposición interna del país, respondiendo así a las presiones de los países del grupo de Contadora y varios países de Europa occidental, entre ellos España, según fuentes diplomáticas citadas por el diario The New York Times en Managua. El abandono del territorio nicaragüense por parte de los dirigentes guerrilleros salvadoreños, a petición de Managua, y de una parte del contingente de cubanos residentes en el país forma también parte de las medidas con las cu...

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Ante el temor a una eventual invasión estadounidense, el Gobierno sandinista ha iniciado un importante esfuerzo conciliador de cara a la oposición interna del país, respondiendo así a las presiones de los países del grupo de Contadora y varios países de Europa occidental, entre ellos España, según fuentes diplomáticas citadas por el diario The New York Times en Managua. El abandono del territorio nicaragüense por parte de los dirigentes guerrilleros salvadoreños, a petición de Managua, y de una parte del contingente de cubanos residentes en el país forma también parte de las medidas con las cuales el régimen sandinista quiere demostrar su voluntad de diálogo, según opinan las fuentes.

Los sandinistas han intentado un acercamiento. a la Iglesia católica, los partidos políticos de la oposición, el sector privado y el periódico de oposición La Prensa, según testimonios de representantes de todas estas entidades. Las principales figuras de la oposición, sin embargo, se han mostrado escépticas sobre las intenciones sandinistas e insiste en que las conversaciones con el Gobierno deben realizarse bajo los auspicios de los países de Contadora, medida que las autoridades nicaragüenses han rechazado, alegando que se trata de un problema interno.Entre las concesiones sandinistas figura la promesa de publicar el próximo 4 de diciembre un calendario electoral, así como la emisión de certificados que garantizan a las empresas el respeto a la propiedad privada. La censura que pesa sobre el diario La Prensa se ha suavizado y, según fuentes eclesiásticas" algunos dirigentes sandinistas desean debatir sobre la posibilidad de apartar a los sacerdotes de las posiciones dirigentes en el Gobierno, un paso que había sido solicitado por la jerarquía de la Iglesia.

Los partidos de oposición, sin embargo, han anunciado que boicotearán las elecciones, esperadas para 1985, si no se les da acceso a los medios de comunicación. Ayer debía celebrarse una reunión entre representantes de la Administración y dirigentes del Partido Socialcristiano.

Retirada forzosa

Enrique Bolaños, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, ha recibido una invitación al diálogo por parte de los sandinistas. Bolaños, dijo conocer el proyecto que garantiza la no aplicación de confiscaciones. El empresario, con todo, se mostró partidario de leyes en este sentido en lugar de certificados selectivos individuales.

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Por su parte, el ministro nicaragüense del Interior, Tomás Borge, anunció el jueves en Managua que su país está dispuesto a pedir la salida de los consejeros militares cubanos si Honduras y El Salvador hacen lo propio con los consejeros militares norteamericanos. La presencia de los cubanos y de los dirigentes guerrilleros salvadoreños en Nicaragua ha sido considerada una fuente de tensión entre el Gobierno nicaragüense y la Administración norteamericana.

Los salvadoreños, que deberán abandonar el país antes de finales de mes, han mantenido durante cuatro años una importante infraestructura propagandística en Managua. Una parte de los dirigentes salvadoreños han abandonado ya el país con destino a Costa Rica y otros lo harán la semana próxima con destino a México, aunque se desconoce a cuántos de los centenares de salvadoreños residentes en el país afectará la medida, según informó The New York Times desde México. El dirigente de la oposición civil salvadoreña, Rubén Zamora, ha manifestado que abandona Managua porque no quiere que su presencia "proporcione una excusa a Reagan para invadir Nicaragua". Según fuentes de la oposición salvadoreña, el papel de Nicaragua como base logística ha disminuido, en parte por la mejora de las posiciones guerrilleras en el interior de El Salvador y en parte por la mayor vigilancia fronteriza.

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