Como en un taller medieval

Los cuarenta años de arquitectura de José Luis Fernández del Amo se han distinguido por su colaboración con los artistas y las artes populares. Confiesa que ha vivido como pasión el contacto con los artistas, en un trabajo común, "como en una especie de taller medieval".En el catálogo de la exposición aparecen los testimonios de Pablo Serrano, Eduardo Chillida, José Luis Sánchez, José Guerrero y Rafael Canogar, junto a otros de los arquitectos Antonio Fernández Alba, Fernando García Mercadal y Antonio Vélez, una muestra de su entendimiento del trabajo en equipo, con un centenar de colaborador...

Los cuarenta años de arquitectura de José Luis Fernández del Amo se han distinguido por su colaboración con los artistas y las artes populares. Confiesa que ha vivido como pasión el contacto con los artistas, en un trabajo común, "como en una especie de taller medieval".En el catálogo de la exposición aparecen los testimonios de Pablo Serrano, Eduardo Chillida, José Luis Sánchez, José Guerrero y Rafael Canogar, junto a otros de los arquitectos Antonio Fernández Alba, Fernando García Mercadal y Antonio Vélez, una muestra de su entendimiento del trabajo en equipo, con un centenar de colaboradores a lo largo de su vida.

"He ejercitado en la profesión una pasión y una utopía, que es la integración de las artes, casi imposible de realizar de manera íntegra y total. Las artes colaboran en la concepción de la arquitectura y están integradas en el espacio arquitectónico", dice Fernández del Amo, quien desde el principio de su carrera, sobre todo en los proyectos de pueblos e iglesias, incluyó en la concepción del proyecto las intervenciones de artesanos y artistas en diversas partes de las obras.,

El trabajo en equipo ha respondido "a la preocupación de servir al usuario, la función del espacio, por encima de los intereses de la promoción". "La responsabilidad del arquitecto es tremenda y en sus manos está la manera en que va a vivir un hombre o una comunidad".