Ronald Reagan asegurá que los nuevos sistemas de defensa antimisiles son para el siglo XXI

Ronald Reagan está decidido a poner en marcha la nueva doctrina militar, basada en tecnología futurista, aunque es consciente de que tal estrategia no será operacional hasta dentro de varios decenios. En algunso medios de la OTAN se considera que los proyectos de Reagan tienen "connotaciones peligrosas para el equilibrio" y han mostrado su diplomático disgusto por las ideas del presidente, informa desde Bruselas Andrés Ortega

En el curso de una conferencia de prensa improvisada, celebrada ayer en la Casa Blanca, Reagan reconoció que la investigación y el desarrollo de un nuevo sistema d...

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Ronald Reagan está decidido a poner en marcha la nueva doctrina militar, basada en tecnología futurista, aunque es consciente de que tal estrategia no será operacional hasta dentro de varios decenios. En algunso medios de la OTAN se considera que los proyectos de Reagan tienen "connotaciones peligrosas para el equilibrio" y han mostrado su diplomático disgusto por las ideas del presidente, informa desde Bruselas Andrés Ortega

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En el curso de una conferencia de prensa improvisada, celebrada ayer en la Casa Blanca, Reagan reconoció que la investigación y el desarrollo de un nuevo sistema de defensa antibalístico no podrá dar resultado antes del año 2000, aunque ánunció que va a firmar inmediatamente una directiva en la que ordena a los jefes de Estado Mayor que apeleren los estudios sobre los sistemas de armas antimisiles. Estos sistemas, que deberán constituir lo más avanzado de la panoplia militar norteamericana al comenzar el siglo XXI, constarán de rayos láser, misiles hipersónicos, rayos de partículas, emisiones de microondas e ingenios espaciales, informa France Presse.El presidente ha confirmado que al ordenar estas investigaciones se aleja de la estrategia de disuación mutua que ha seguido Washington durante treinta años, lo que no quiere decir que la Casa Blanca vaya a abandonar de la noche a la mañana la disuasión nuclear.

El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weínberger, que pasa por ser el verdadero promotor de la nueva finca estratégica norteamericana, acaba de subrayar en Madrid que Estados Unidos "debe mantener una fuerza de disuasión creible". Según él, el nuevo sistema defensivo permitirá destruir en el espacio, con ayuda de armas no nucleares, todos los misiles dirigidos contra Estados Unidos".

Disguto europeo

Un informe de la Asamblea Parlamentaria del Atlántico Norte ya predijo en noviembre los peligros que tienen para la OTAN las ideas de guerra de Ias galaxias planteadaspor Ronald Reagan. De ser materializados tales proyectos, es de esperar que la URSS desarrolle unos sistemas espaciales similares, con lo que los sistemas nucleares franceses y británicos quedarían inmediatamente superados, además de abrir una nueva etapa en la carrera armamentista. Un sistema de satélites de defensa antibalística permitiría que una guerra nuclear quedara limitada a Europa.Algunas fuentes de la OTAN señalaron ayer que en el futuro inmediato no va a cambiar la siItiación ni la estratelgia., pero otras comentaban ya las "connotaciones peligrosas para el equilibrio". Medios diplomáticos próximos a la Alianza Atlántica no dejaron de señalar que el discurso de Reagan les había sorprendido. "No ha gustado demasiado", señaló una fuente atlántica.

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El informe citado señalaba que, de llevarse a cabo estos planes, aumentaría la dependencia que la OTAN tiene de EE UU. El informe recuerda que en mayo expiró en silencio el acuerdo entre EE UU y la URSS sobre cooperación en el espacio, y el Departamento de Estado instruyó a la NASA para que suspendiera las discusiones sobre futuros proyectos de coopéracióm

El documento indica que si el desarrollo norteamericano de estos satélites antibalísticos llevara a una acción similar por parte de la URSS, los misiles chinos, británicos y franceses -que en la actualidad complican la planificación estratégica soviética- quedarían desfasados. "Esto constituiría una pérdida neta para EE UU y alienaría probablemente a los aliados" de EEUU. Es más, prosigue el informe, estas armas aumentarían sobremanera las posibilidades de una defensa de EE UU contra un ataque nuclear soviético.

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