El canto gregoriano se incorpora al certamen coral de Tolosa

La incorporación del canto gregoriano al Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa, clausurado el lunes último, ha supuesto una experiencia sumamente estimulante. El entusiasmo, con que el público y los mismos coros han apoyado esta iniciativa, inédita en el marco de los certámenes internacionales corales, ha llevado a los organizadores del festival de Tolosa a programar la modalidad de canto gregoriano para la próxima edición.

Se diría que el festival de Tolosa, consciente de su descubrimiento, busca ahora ser reconocido por este apartado, que ha creado expectación en medio...

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La incorporación del canto gregoriano al Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa, clausurado el lunes último, ha supuesto una experiencia sumamente estimulante. El entusiasmo, con que el público y los mismos coros han apoyado esta iniciativa, inédita en el marco de los certámenes internacionales corales, ha llevado a los organizadores del festival de Tolosa a programar la modalidad de canto gregoriano para la próxima edición.

Se diría que el festival de Tolosa, consciente de su descubrimiento, busca ahora ser reconocido por este apartado, que ha creado expectación en medios bien distintos a los de los aficionados tradicionales del certamen.

Los coros del País Vasco han cosechado este año buena parte de los premios, rompiendo la supremacía que han mantenido en anteriores ediciones los grupos de países del Este. A juicio del propio jurado, la explicación hay que buscarla en el esfuerzo desarrollado a lo largo de estos años por los grupos surgidos al amparo del propio festival.

Un joven de dieciocho años, Fernando Etxepare, que dirige el coro de voces blancas Enara, de Irún, ha conseguido el premio a la dirección de corales y con él, la posibilidad de desarrollar sus facultades para la dirección en el país que elija por espacio de un año. Los grupos premiados son La Coral Sant Steve, de Tarragona; la agrupación húngara Magyar Munkasorseg, y la polaca Academicki Chor Gorniczy Politechnici Wroclaw, que interpretó en la clausura el himno del sindicato Solidaridad, ante un público puesto en pie, y las corales Enara, San Ignacio, Samaniego, Corazón de María y Aretxabaleta, de un total de veintiocho grupos y más de 1.500 voces. En la modalidad de gregoriano, los primeros puestos correspondieron a Gasteizko Abesbatza, Donosti Erezki e Iradier Abesbatza.

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