La Sinfónica de Bilbao actuará en fábricas
Con la profesionalización de todos sus miembros y la incorporación de especialistas de distintos países, la Orquesta Sinfónica de Bilbao inició ayer viernes su temporada de conciertos. La difusión de las obras y autores más significativos de la historia de la música y la extensión de las actuaciones a fábricas y nuevos campos diferentes a los convencionales son las novedades más destacadas dentro de la nueva etapa de la veterana formación musical bilbaína.
El maestro belga Charles Vanderzand, que comparte la titularidad de la orquesta con Urbano Ruiz Laorden, dirigió ayer el concier...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Con la profesionalización de todos sus miembros y la incorporación de especialistas de distintos países, la Orquesta Sinfónica de Bilbao inició ayer viernes su temporada de conciertos. La difusión de las obras y autores más significativos de la historia de la música y la extensión de las actuaciones a fábricas y nuevos campos diferentes a los convencionales son las novedades más destacadas dentro de la nueva etapa de la veterana formación musical bilbaína.
El maestro belga Charles Vanderzand, que comparte la titularidad de la orquesta con Urbano Ruiz Laorden, dirigió ayer el concierto inaugural con obras de Gluk, Chaikovski y Beethoven. Enrique García Asensio, el alemán UIrich Weder y el polaco Robert Stanowsky intervendrán también en la serie de veintiún conciertos programados hasta marzo de 1983. Actuaciones especiales de voces e instrumentistas, así como un concierto bajo el repertorio y la dirección del compositor Carmelo Bernaola son otros de los objetivos.
El propio Bernaola destaca el propósito de "educar e introducir a los oyentes en todo tipo de música", más allá de los repertorios habituales de los conciertos que, según revela una reciente encuesta realizada entre los públicos aficionados incide, de forma repetitiva, en Chaikovski y Beethoven.
El acercamiento a nuevos públicos, en particular la juventud, es otro de los objetivos. En este sentido, además de las audiciones especiales que, a través de la repetición de conciertos se ofrecerá a estudiantes y pensionistas, los alumnos del Conservatorio bilbaíno iniciarán un trabajo experimental junto a los profesores de la orquesta.
Paralelamente, la institución promotora de la orquesta mantiene conversaciones con los sindicatos, con el fin de poder ofrecer a los trabajadores actuaciones y conciertos en los mismos centros de producción.