Presentación de cinco libros e Eugenio d'Ors

Cinco intelectuales y escritores intervinieron en la Biblioteca Nacional en la presentación de otras tantas publicaciones de libros de Eugenio d'Ors, realizadas este mismo año con motivo de celebrarse el centenario del nacimiento del escritor. Presidió el acto el director de la Biblioteca, Hipólito Escolar, y actuó como coordinadora la escritora Carmen Bravo Villasante.El profesor José Luis L. Aranguren intervino en la presentación de los dos volúmenes de la tetralogía Las oceánidas, que ha publicado recientemente la Editorial Planeta: Sijé y Gualba, la de mil voces. Xavier Domin...

Cinco intelectuales y escritores intervinieron en la Biblioteca Nacional en la presentación de otras tantas publicaciones de libros de Eugenio d'Ors, realizadas este mismo año con motivo de celebrarse el centenario del nacimiento del escritor. Presidió el acto el director de la Biblioteca, Hipólito Escolar, y actuó como coordinadora la escritora Carmen Bravo Villasante.El profesor José Luis L. Aranguren intervino en la presentación de los dos volúmenes de la tetralogía Las oceánidas, que ha publicado recientemente la Editorial Planeta: Sijé y Gualba, la de mil voces. Xavier Domingo, periodista, presentó por su parte el primer volumen de Jardín botánico, perteneciente a la Oceanografía del tedio, que ha aparecido en Tusquets Editores. Un volumen de Diálogos, editado por Taurus, hasta ahora inédito en libro, bajo prólogo de Carlos d'Ors, fue presentado por el poeta Jaime Ferrán. El periodista Ignacio María Sanuy intervino sobre Oraciones para el creyente en los ángeles, de Editorial Miñón. Y, finalmente, María Eugenia Rincón presentó su traducción y edición, en bilingüe, de la obra teatral Nuevo Prometeo encadenado, publicada en Editora Nacional.

Este año del centenario puede suponer la resurrección de la obra dorsiana, según manifestó Hipólito Escolar, quien señaló que «en el olvido de Eugenio d'Ors han intervenido factores políticos, ajenos a su obra. Fue un escritor catalán que se vino a vivir a la meseta y esto sentó muy mal a los catalanes. Gozó de gran fama en vida, pero pasó a una etapa de olvido después de su muerte». «Fue un escritor de gran sensibilidad», añadió, «que meditó profundamente sobre las cosas y destacó como gran crítico de arte, siendo además el único intelectual de prestigio que tuvo Franco».