Tras el balance negativo del primer semestre, la economía española crecerá este año menos de un 1%

El balance global de la producción y la demanda en el primer semestre es negativo y difícilmente la economía española alcanzará este año un 1% en el crecimiento del producto interior bruto, según un informe sobre la situación económica elaborado por la CEOE. El estudio de la patronal, que parte del análisis de la coyuntura del segundo trimestre del año; añade que, «si bien a corto plazo (próximos dieciocho meses) la posible recuperación económica será en todo caso débil e insuficiente, a medio y largo plazo hay ciertos datos que permiten un mayor optimismo».

El documento de la CEOE reco...

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El balance global de la producción y la demanda en el primer semestre es negativo y difícilmente la economía española alcanzará este año un 1% en el crecimiento del producto interior bruto, según un informe sobre la situación económica elaborado por la CEOE. El estudio de la patronal, que parte del análisis de la coyuntura del segundo trimestre del año; añade que, «si bien a corto plazo (próximos dieciocho meses) la posible recuperación económica será en todo caso débil e insuficiente, a medio y largo plazo hay ciertos datos que permiten un mayor optimismo».

El documento de la CEOE recoge en primer término un breve análisis de la coyuntura internacional. En este apartado los expertos de la patronal señalan que «el juego de los tipos de cambio está produciendo en las economías europeas -y no cabe excluir la española, naturalmente- efectos parecidos a los producidos por la reciente crisis del petróleo, que todavía no han sido asimilados. Se retrasa, por tanto, el proceso de contención de la inflación y ello es imprescindible para lograr una firme recuperación económica».El documento se refiere a las débiles tasas de crecimiento de las distintas economías de la OCDE, al incremento generalizado del desempleo en los próximos dieciocho meses y a las crecientes presiones inflacionistas de los déficit públicos. «La OCDE muestra igualmente su preocupación por las políticas presupuestarias seguidas, elevada progresividad fiscal y políticas sociales generosas, que han sido causa de estancamiento, paro estructural e inflación. Sobre todo teniendo en cuenta que esas políticas sociales más favorables no han tenido reflejo en las negociaciones salariales». El informe hace también hincapié en el desequilibrio generalizado de las balanzas de pago por cuenta corriente.

Este apartado del informe de la CEOE se completa con una exposición esquemática del programa económico de Reagan, sobre el que anuncia un próximo análisis más extenso y en profundidad.

Sobre la situación española, el documento, a continuación, afirma que «la actividad española durante los ocho primeros meses de 1981 ha presentado síntomas de gran debilidad, en línea con la recesión e incertidumbre que definen el contexto internacional». La producción interior, señala el informe, experimentó un importante retroceso que se manifestó en todos los sectores.

Reducción en la cosecha de cereales

En agricultura, según las últimas estimaciones del mes de junio, la cosecha de cereales se ha visto reducida en al menos el 30% frente a la del año anterior. «Las previsibles alzas de las producciones de frutas, hortalizas y cultivos industriales no serán de la suficiente entidad como para compensar las reducciones en la producción de cereales, por lo que la aportación del subsector agrícola a la producción final agraria será acusadamente negativa». En lo que se refiere al subsector ganadero, los expertos de la CEOE afirman que, aunque hasta el mes de abril no había sufrido los efectos de la sequía, «es de esperar que en los meses subsiguientes se haga notar la carestía de alimentos, tanto extensivos como intensivos, y las producciones se resientan».La evolución de la producción en la industria «está siendo bastante negativa, a juzgar por el índice de producción industrial. Según dicho indicador, la producción disminuyó un 2,5% el primer trimestre de 1981 respecto al mismo trimestre del año anterior. Unicamente el sector energético registró una tasa positiva de crecimiento en ese período (5,7%), pero no fue suficiente para compensar las caídas en los restantes sectores. En el mes de abril (último para el que se dispone información) la tendencia no había cambiado y, la tasa de disminución sobre abril de 1980 era del 1,3%». De la información contenida en la encuesta de coyuntura del Ministerio de Industria y Energía «se deduce que la producción industrial se mantuvo durante el segundo trimestre en una tónica depresiva que no confirma la visión optimista que permitían realizar los resultados del primer trimestre».

El comportamiento de la actividad constructora en los dos primeros meses del segundo trimestre de 1981 -continúa el informe de la CEOE- «tampoco respondió a las expectativas que se habían depositado en dicho sector, como ya ocurriera en el primer trimestre del año, según se desprende de la lectura de los indicadores relacionados con el sector». Otros indicadores, relativos a los últimos meses, «no son motivo suficiente para lanzar las campanas al vuelo, pero sí dan pie para confiar en un mejor tono en el ritmo de actividad del sector para los próximos meses».

Para el sector servicios, los indicadores disponibles, según la CEOE, «hablan de una suave recuperación iniciada en el segundo trimestre».

Estancamiento de la demanda

«El comportamiento de la demanda agregada en el primer semestre ha sido de claro y preocupante estancamiento. Un crecimiento nulo -si no retroceso- que va a hacer difícil el repetir en 1981 la ya muy baja lasa de crecimiento experimenta da durante el pasado año, incluso en el supuesto probable que el segundo semestre experimente un ligero relanzamiento de la actividad».En primer lugar, dice el informe, «la demanda de exportación ha registrado en la primera mitad del año una impresionante caída en volumen que se sitúa en torno al 18%». Ello significa, afirman los redactores del estudio, «que estamos perdiendo, lo que es realmente grave, cuota de mercado exterior». Por lo que respecta a la demanda interior, todos los indicadores manifiestan una clara situación de debilidad durante la primera mitad del año. «El signo negativo de la demanda exterior y la de consumo privado se vio compensado, aunque es difícil precisar en qué medida, por la demanda del sector público y por la inversión».

Los precios mantienen una suave desaceleración (14,7% de aumento medio anual del IPC en los siete primeros meses, frente al 15,6% en 1980). Los salarios (datos de convenios y laudes) han crecido un 13,3% en el período enero-agosto de 1981, observándose igualmente una progresiva desaceleración mes a mes. Continúa el ajuste en cuanto a población ocupada y desempleo, aunque en los últimos meses ha caído el ritmo de reducción de la población activa y de incremento del desempleo.

El estudio de la CEOE hace hincapié también en la mala marcha del sector exterior, y sobre el desbordante crecimiento del déficit del sector público.

El próximo número de la revista Situación, del Banco de Bilbao, coincide, por otra parte, con la CEOE en estimar que el crecimiento del PIB no superará el 1 % este año.

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