Primera asociación de afectados por la neumomía

Más de 1.300 personas integran ya la Asociación de Afectados por el Envenenamiento de Aceite o Neumonía Tóxica. Se reúnen diariamente, de seis a nueve, en unas dependencias cedidas por el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Leganés, y pretenden «evitar que nos sigan intoxicando de forma canallesca», exigiendo que se ponga en marcha «un código alimentario que controle el fraude».La Asociación de Afectados prepara la presentación de una querella criminal, exigiendo indemnizaciones, con la asesoría de un grupo de abogados. La creación de un organismo único que controle la calidad de los ali...

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Más de 1.300 personas integran ya la Asociación de Afectados por el Envenenamiento de Aceite o Neumonía Tóxica. Se reúnen diariamente, de seis a nueve, en unas dependencias cedidas por el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Leganés, y pretenden «evitar que nos sigan intoxicando de forma canallesca», exigiendo que se ponga en marcha «un código alimentario que controle el fraude».La Asociación de Afectados prepara la presentación de una querella criminal, exigiendo indemnizaciones, con la asesoría de un grupo de abogados. La creación de un organismo único que controle la calidad de los alimentos, la puesta en marcha de un código alimentario que vigile el fraude y proteja al consumidor y la prohibición municipal de la venta de productos no registrados por Sanidad, tanto en establecimientos ambulantes como permanente, son algunas de las exigencias contenidas en los estatutos del citado colectivo.

« Esta zona ha estado muy castigada por la neumonía», comenta una mujer en Leganés, que se confiesa consumidora habitual de aceite a granel y que tuvo ingresado a su hijo en el Hospital del Niño Jesús, con vómitos, manchas en la piel, dolores musculares..., síntomas que también ha padecido la mayoría de los asociados. «Pensábamos que era una alergia extraña, algo contagioso, no que viniera del consumo de aceite», cuenta una chica que no se ha librado aún de la sensación de cansancio adquirida con la enfermedad.

Los afectados afirman que llevaban unos cuatro años consumiendo aceite a granel -vendido como de oliva en el mercadillo y a domicilio- sin que les pasara nada. «En marzo notamos que olía muy raro y que resultaba un poco fuerte para el estómago, luego, el olor pasó», comenta otra consumidora.

Según los datos disponibles por la comisión sanitaria de seguimiento de Leganés, se llevan contabilizados allí unos 2.000 casos.

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