¿Dónde están las llaves?

La policía judicial ha detenido en Pamplona a dos individuos que tenían llaves suficientes para desvalijar casi todas las viviendas de la ciudad. Entre estos dos espadistas llevaban 325 clases distintas de llaves, y en el momento de su detención portaban consigo el producto de varios robos. Unos auténticos especialistas en puertas y cerrojos.Hasta la fecha y desde que comenzaron las fiestas de San Fermín, la brigada regional de la policía judicial dependiente de la Jefatura Superior de Policía de Pamplona ha detenido a 69 personas y ha tramitado 233 denuncias por robos, sustracción de v...

La policía judicial ha detenido en Pamplona a dos individuos que tenían llaves suficientes para desvalijar casi todas las viviendas de la ciudad. Entre estos dos espadistas llevaban 325 clases distintas de llaves, y en el momento de su detención portaban consigo el producto de varios robos. Unos auténticos especialistas en puertas y cerrojos.Hasta la fecha y desde que comenzaron las fiestas de San Fermín, la brigada regional de la policía judicial dependiente de la Jefatura Superior de Policía de Pamplona ha detenido a 69 personas y ha tramitado 233 denuncias por robos, sustracción de vehículos, sustracción de carteras, delitos contra las personas y otros. Los chorizos lo tienen claro en Pamplona durante estas fiestas.

Este es uno de los años que menos percances se han producido durante los encierros. El pasado domingo los toros eran de la ganadería del marqués de Albaserrada, el encierro -eso sí, una auténtica masa humana que pugnaba por correr como fuera- resultó absolutamente normal. El alcalde de Pamplona, el socialista Julián Balduz, enseñaba a EL PAIS el parte remitido por la Policía Municipal y que, textualmente, decía: «El encierro, sin novedad. En el encierro txiki, veintidós lesionados leves».

Ayer, con una afluencia de corredores notablemente inferior, sólo hubo un herido, que resultó con un golpe en la cabeza al caerse durante el recorrido del encierro. Los toros de la ganadería del conde de la Maza hicieron un recorrido limpio, pero al final de la calle de la Estafeta, a pocos metros de la entrada de la plaza, un astado se descolgó de la manada y comenzó a dar sustos. El toro, que parecía cansado y aturdido, se quedó junto al edificio de la Telefónica y costó sangre, sudor y lágrimas convencerle para que continuase la carrera y entrase en la plaza.

La peña Los Abuelos, que sólo sale a la calle una mañana en los sanfermines, tuvo ayer su día. Esta peña, cuyos miembros son unos modernos con una edad media que rebasa los setenta años, constituyen una novedad reciente en las fiestas sanfermineras. Las personas mayores que no quieren permanecer ajenas a estos festejos se han constituido en una pena, y sólo falta que les hagan un hueco en los tendidos de sol de la plaza de toros para completar la escena. No hay que desesperar, todo se andará.

Mendizábal-Larrechea ganaron el cuarto trofeo San Fermín de aitzkolaris, por parejas. Estos dos angelitos cortaron diecisiete troncos de más de un metro de perímetro en veintitrés minutos y dieciocho segundos, y no llevaban moto. No les fue a la zaga el querúbico Iñaki Perurena, levantador de piedras, que consiguió un nuevo récord -se supone que mundial al levantar la piedra paralelepípeda de 242 kilos cuatro veces en menos de tres minutos.