Julián Marías inauguró la cátedra dedicada a Ortega y Gasset
Julián Marías considera que la creación de una cátedra Ortega y Gasset en la universidad española es una indicación de que en este país «se quiere recobrar lo perdido, conquistar la propia herencia, vivir en la actualidad». El profesor Marías se expresó en ese sentido en la conferencia inaugural de la mencionada cátedra de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de la que es titular.El curso que Marías, discípulo del autor de La rebelión de las masas, va a impartir en la cátedra se titula Panorama del pensamiento de Ortega, y coincide con la celebración del cincuentenar...
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Julián Marías considera que la creación de una cátedra Ortega y Gasset en la universidad española es una indicación de que en este país «se quiere recobrar lo perdido, conquistar la propia herencia, vivir en la actualidad». El profesor Marías se expresó en ese sentido en la conferencia inaugural de la mencionada cátedra de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de la que es titular.El curso que Marías, discípulo del autor de La rebelión de las masas, va a impartir en la cátedra se titula Panorama del pensamiento de Ortega, y coincide con la celebración del cincuentenario de la publicación de aquel polémico volumen y del 25º aniversario de la muerte del autor.
Marías señaló en su conferencia que la presencia de la cátedra en el grupo de estudios de una universidad y la propia existencia de la educación a distancia eran ejemplos de innovaciones sobre las que. cabía meditar.
Según el titular de la cátedra Ortega y Gasset, la universidad tiene la misión de «transmitir la cultura como sistema vital de las ideas de cada tiempo, desde las cuales se vive; en segundo lugar, la enseñanza de las profesiones; finalmente, la investigación científica. La universidad es el intelecto que se hace institución y tiene que intervenir en la actualidad como tal universidad».
En este sentido, Julián Marías se mostró contrario a una politización de la universidad que, desde 1976, «no tiene ni la menor justificación». La pérdida de calidad y eficacia, dijo, tampoco se justifican. «Los universitarios de 1939, unos en el exilio y otros en la marginación interior, probaron su calidad, su eficacia, su capacidad de supervivencia, su cotización internacional. ¿Sería hoy así?».