Conciertos de Joe Jackson, Magazine y Lene Lowich en Barcelona

Parece obvio que en Barcelona no acaba de cuajar la nueva ola. El concierto de Joe Jackson apenas atrajo 1.200 personas, y el pasado miércoles, Magazine y Lene Lowich dejaron el pabellón de Badalona medio vacío. Magazine es un grupo inglés de clara vocación subterránea, que, sin embargo, hace una música que parece realizada por el primo neurótico de Roxi Music, probablemente Lou Ree si fuera inglés y joven. Tanto Magazine como Lene Lowich producen una música elaborada sobre la base de un bajo lleno de recursos y de un cantante marciano, una música como la de grupos tipo XTC o Talking Hecds, qu...

Parece obvio que en Barcelona no acaba de cuajar la nueva ola. El concierto de Joe Jackson apenas atrajo 1.200 personas, y el pasado miércoles, Magazine y Lene Lowich dejaron el pabellón de Badalona medio vacío. Magazine es un grupo inglés de clara vocación subterránea, que, sin embargo, hace una música que parece realizada por el primo neurótico de Roxi Music, probablemente Lou Ree si fuera inglés y joven. Tanto Magazine como Lene Lowich producen una música elaborada sobre la base de un bajo lleno de recursos y de un cantante marciano, una música como la de grupos tipo XTC o Talking Hecds, que muestran el lado hiriente del pop moderno. En todo caso, Magazine es más un grupo para escuchar que para bailar.Y si Magazine son para escuchar, Lene Lowich es para alucinar. Se trata de una señora vestida de «lagarterana» eslava, con unas larguísimas trenzas, que con el tiempo y el ritmo se fueron soltando en largas e impresionantes guedejas rojas. Porque la mujer es además un espectáculo increíble, que salta, baila, actúa y, sobre todo, canta con una voz irreal. Junto a sus alaridos inteligentemente apoyados por el teclista se alzaba, calvo y pétreo, el guitarrista Les Chappel.

En definitiva, concierto inclasificable de una mujer, cuya máxima fuerza es la personalidad y cuyo único defecto es el que no puede ser asimilada a ningún movimiento. Este hecho, que debiera ser un punto más para valorarla, se convierte en su enemigo.