La OTAN decide reforzar su capacidad defensiva, pero excluye actuar en el Índico o en el golfo Pérsico

Los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de los países miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a excepción de Francia y Grecia, que no forman parte del mando militar integrado, acordaron ayer, en Bruselas, reforzar la capacidad defensiva de la Alianza. El secretario de Estado norteamericano, Edward Muskie, en su primera visita a Europa desde su nombramiento, se mostró distentido y bromista, aunque llegó a comparar la actual crisis internacional con la situación en los años treinta. «Creo que los errores de cálculo sobre las consecuencias de un hecho han pro...

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Los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de los países miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a excepción de Francia y Grecia, que no forman parte del mando militar integrado, acordaron ayer, en Bruselas, reforzar la capacidad defensiva de la Alianza. El secretario de Estado norteamericano, Edward Muskie, en su primera visita a Europa desde su nombramiento, se mostró distentido y bromista, aunque llegó a comparar la actual crisis internacional con la situación en los años treinta. «Creo que los errores de cálculo sobre las consecuencias de un hecho han provocado más guerras que cualquier otra causa, y ahora hay muchas oportunidades de calcular mal», explicó.

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El balance de la primera reunión a alto nivel de Estados Unidos y sus aliados tras la invasión de Afganistán y la profundización de la crisis de Irán puede resumirse en tres puntos: Norteamericano retirará ninguna de las fuerzas estacionadas en Europa para emplearlas en el suroeste asiático; la OTAN, aun reconociendo que la nueva situación estratégica en esa zona del globo exige una solidaridad total en el seno del Pacto Atlántico, seguirá actuando exclusivamente en el territorio marcado en el tratado de Washington, es decir, no hará acto de presencia en el Océano Indico ni en el golfo Pérsico; los europeos harán un esfuerzo, especialmente naval, para mejorar a corto plazo sus planes nacionales de defensa, y llegar, por fin, a ese 3% de su PNB que, según Estados Unidos, deben dedicar al presupuesto nacional.Entre otros aspectos, los europeos aumentarán la preparación, número y capacidad de movilización de sus tropas de reserva, los depósitos de municiones y material de guerra, su capacidad de defensa naval y los medios de transporte aéreo (reconversión de las compañías civiles de aviación en caso de necesidad). Igualmente, y a la vista de la importancia estratégica adquirida por el flanco sur de la Alianza, se comprometen a proporcionar una considerable ayuda militar y económica a Turquía y Portugal Por de pronto, la Alianza sufragará tres modernas fragatas destinadas a la marina portuguesa.

La gran novedad la constituye la propuesta del ministro de Defensa de Holanda, en el sentido de crear una segunda fuerza naval aliada permanente, con navíos de Estados Unidos, Canadá, Noruega, Dinamarca, Gran Bretaña, República Federal de Alemania, Bélgica, Portugal y Holanda. La propuesta, que según el secretario general de la OTAN, Joseph Luns, ha sido acogida favorablemente, será reexaminada en la próxima reunión del consejo atlántico.

En su comunicado final, la OTAN señala que la URSS, por primera vez desde la segunda guerra mundial, ha hecho uso de la fuerza para imponer su voluntad a un país no alineado, actitud que compromete la paz y la estabilidad internacionales. Reafirma, por otra parte, su apoyo al tratado de no proliferación de armas estratégicas, SALT II. En los pasillos del cuartel de Evere se comentaba que si la entrevista Muskie-Gromiko en Viena es mínimamente positiva, el presidente Carter podría reenviar el tratado al Senado para su ratificación, en fecha próxima.

El comunicado oficial no alude en ningún momento a Irán, pero recoge indirectamente la teoría europea, según la cual no tiene sentido aislar diplomáticamente al régimen de Teherán. «Los ministros», dice la nota, «han reconocido que el mantenimiento de relaciones particulares de los aliados con países de la región del suroeste asiático sirve tanto a los intereses de esos países como a los de Occidente, en general».

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Comunicado paralelo

A cambio, Muskie pidió, y obtuvo, un comunicado paralelo, firmado por cada ministro, en el que exige, una vez más, la inmediata liberación de los rehenes norteamericanos.

El secretario de Estado llegó a Bruselas con tres objetivos: lograr, en conversaciones bilaterales, que los países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) impongan, el próximo día 17 en Nápoles, serias sanciones económicas contra el régimen de Jomeini; «congelar» cualquier iniciativa europea en el conflicto palestino que suponga una «interferencia» en el camino Fijado en Camp David, y disipar cualquier posible desconfianza aliada.

En cuanto a los rehenes, Muskie fue tajante: «Nuestros aliados deben hacer realidad la letra y el espíritu de su acuerdo de Luxemburgo y adoptar contra Irán las sanciones previstas en la resolución de la ONU». Advirtió que toda tentación de «suavizar» esta decisión provocaría la irritación del pueblo y del Congreso norteamericanos. El secretario de Estado desplegó ayer una gran actividad, entrevistándose, entre otros, con el presidente de la CEE y con el primer ministro belga para pedirles su apoyo cara a Nápoles.

Muskie no ocultó su irritación por la decisión francesa de no boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú. «Estoy en desacuerdo», explicó, «porque creo que es muy importante que Occidente indique a la Unión Soviética que sus acciones son inaceptables. Sé que en Francia la palabra detente es muy popular. Pues bien, no existe la detente sin la disuasión, ambas palabras están unidas».

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